El último domingo de abril, que este año será el día 28, se conmemora el Día Mundial del Matrimonio, uno de los momentos más importantes en la vida de las personas.
El enlace matrimonial por la vía civil se ha modificado con el paso del tiempo, y uno de los cambios más importantes tiene que ver con la lectura de la Epístola de Melchor Ocampo.
Melchor Ocampo formó parte del grupo de liberales que participó en la redacción de las Leyes de Reforma, con ellas se pretendía independizar los negocios civiles y políticos con respecto de los eclesiásticos. Entre los cambios se encuentra la Ley del Matrimonio Civil, expedida por Benito Juárez en 1859, en la que se incluía la Epístola redactada por Melchor Ocampo.
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¿Qué es la Epístola de Melchor Ocampo?
La Epístola es un texto que se leía de forma obligatoria durante una boda civil, consistía en una visión personal de Melchor Ocampo sobre lo que se creía de la relación matrimonial en aquella época.
No está de más decir que ese enfoque se aleja mucho de la ideología en la actualidad, con el paso de los años su descripción de los roles de pareja se distanció de la percepción que se tiene actualmente y en 1870 fue excluida oficialmente de las ceremonias.
Sin embargo, a pesar de que fue derogada hace 154 años, su uso continuó durante casi 130 años debido a que muchas parejas se sentían identificadas por la descripción que se muestra en el texto de Melchor Ocampo.
Hasta el año 2007 el Congreso aprobó eliminar su lectura en todo México y sustituir la Epístola por un texto más acorde a los tiempos actuales, uno que refleje los principios de igualdad establecidos en la Constitución.
Igualmente, en 2014 se comenzaron a implementar los votos matrimoniales, los cuales pueden ser redactados por los futuros esposos con la asesoría del Registro Civil.
¿Por qué se dejó de usar?
Sin duda, el México de 1860 no es el mismo de ahora; la Epístola de Melchor Ocampo fue derogada debido a que la sociedad mexicana cambió de pensamiento y vio que lo descrito en ella atenta contra la igualdad de derechos entre las personas.
El matrimonio es la unión libre de dos personas, iguales en derechos y obligaciones; entre las que se deben procurar respeto y ayuda mutua, pero en la Epístola no encontramos esa igualdad.
La normativa del matrimonio civil actual, sin embargo, conserva algo del que se practicaba en 1860, y es que debe celebrarse ante las autoridades del Registro Civil y con las formalidades que establece la ley.
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Fragmento de la Epístola de Melchor Ocampo
“...Que éste es el único medio moral de fundar la familia, de conservar la especie y de suplir las imperfecciones del individuo que no puede bastarse a sí mismo para llegar a la perfección del género humano.
“Que el hombre cuyas dotes sexuales son principalmente el valor y la fuerza, debe dar, y dará a la mujer, protección, alimento y dirección, tratándola siempre como a la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente cuando éste débil se entrega a él, y cuando por la sociedad se le ha confiado.
“Que la mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la ternura, debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la persona que nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo…”