Morelia, Michoacán.- Los filtros de redes sociales son herramientas que permiten modificar la apariencia de las personas en las fotos o vídeos que comparten. Sin embargo, estos efectos poseen consecuencias negativas en la autoimagen y la autoestima de los usuarios. A continuación, te lo contamos.
La dismorfia es un trastorno psicológico que altera la percepción, haciendo que una persona se vea a sí misma de forma distorsionada y negativa, enfocándose en supuestos defectos físicos que no existen o son mínimos. Esta condición puede generar ansiedad, depresión, aislamiento social y obsesión por la cirugía estética, de acuerdo al sitio Mentes Abiertas Psicología.
Según algunos estudios, el uso excesivo de los filtros de redes sociales puede contribuir a desarrollar o agravar la dismorfia, ya que crea una gran distancia entre la imagen real y la imagen idealizada de uno mismo. Además, puede fomentar la comparación social y la insatisfacción corporal, al exponerse a imágenes irreales y editadas de otras personas.
De acuerdo al estudio de Mentes Abiertas Psicología, el impacto de las redes sociales en la percepción de nuestra propia imagen corporal es significativo y puede traer consecuencias negativas para nuestra salud mental, desde baja autoestima, depresión, ansiedad social, trastornos de alimentación, insatisfacción corporal, entre otros problemas.
Hipersexualización en la niñez
Por otro lado, en la era digital, la hipersexualización en la niñez se ha convertido en una preocupación creciente, según el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. Este fenómeno impulsado por las redes sociales implica la exaltación de atributos sexuales por encima de otras cualidades, afectando la autoestima y generando trastornos psicológicos en los más jóvenes.
De tal manera, la revolución de internet ha distorsionado la percepción de la realidad, especialmente en la población adolescente, donde los cánones de belleza idealizados, impulsados por redes sociales e influencers, impactan negativamente en la autopercepción de los más jóvenes.
Para prevenir o tratar la dismorfia, los expertos recomiendan limitar el uso de los filtros de redes sociales o seguir contenido más realista. Asimismo, buscar ayuda profesional si se siente una preocupación excesiva por el aspecto físico. También es importante hablar sobre estos temas y cultivar una autoestima positiva.