Que un profesional te realice un pequeño tatuaje sólo te tomará unos minutos, pero si no tienes precaución y disciplina en el cuidado de tu arte corporal arruinarás tu piel de forma permanente.
Acá te contamos cuáles son los riesgos que debes enfrentar si quieres que tu cuerpo luzca esa obra en perfecto estado durante mucho tiempo.
¿Cuáles son los riesgos de un tatuaje?
Como todos sabemos los tatuajes atraviesan la piel, lo que representa un serio problema de vulnerabilidad para contraer infecciones y otras complicaciones.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, las reacciones alérgicas están a la orden del día si es que tu tatuaje tendrá color, como el azul, amarillo, rojo o verde, pues esas tintas contienen químicos a los que muchos son alérgicos.
Se han documentado casos en los que algunas personas llegan a presentar sarpullido con picazón en la zona pintada incluso años después de haberse hecho el tatuaje.
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Algunas personas presentan los llamados granulomas, se trata de una inflamación que se origina alrededor del tatuaje.
También se han registrado casos de queloides, los cuales consisten en el crecimiento anormal del tejido cicatrizal.
Especialistas recomiendan no permitir la intervención de un tatuador en tu piel si es que el lugar está visiblemente sucio, ya que es muy probable contraer enfermedades transmitidas por la sangre, como la hepatitis B y la hepatitis C.
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Además, se ha comprobado que algunas tintas en la piel evitan que la imagen de una resonancia magnética no sea clara e interfieren en la calidad de los resultados.