¿Sabías que hoy es el Día Internacional del Beso? Conoce su origen e historia

Besar a otra persona puede traer diversos beneficios para el organismo, mismos que van desde quemar calorías y fortalecer el sistema inmune hasta tener efectos terapéuticos

Flavio Núñez | El Sol de Morelia

  · miércoles 13 de abril de 2022

Foto: Pixabay

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Una de las prácticas más comunes y antiguas en los seres humanos es el beso, esa forma de mostrar amor y afecto o simplemente cercanía. Y como casi cualquier cosa actualmente, tiene su propia conmemoración; hoy en el Día Internacional del Beso te contamos cómo y por qué surgió esta celebración.

Cada año el 13 de abril se celebra el Día del Beso, aunque muchos honran esta efeméride sin saberlo. Este día se instauró en honor al beso de más larga duración en la historia, el cual fue protagonizado por una pareja tailandesa en 2013.

Lo anterior como parte de un concurso dedicado a ello que comenzó a realizarse desde el 2011 en Tailandia. En esa primera edición, los ganadores fueron un hombre y una mujer de dicho país, quienes establecieron un récord mundial al besarse por 46 horas, 24 minutos y nueve segundos sin parar.

Un año después, una pareja gay les robó el título por beso más largo del mundo, con una duración de 50 horas, 25 minutos y un segundo. Pero fue en 2013 que la misma pareja tailandesa regresó a la contienda y se coronó con un beso que duró nada más y nada menos que 58 horas, 35 minutos y 58 segundos, rompiendo así su propio récord y estableciendo uno nuevo que a la fecha no ha podido ser superado.

Beneficios del beso

Aunque no hay un registro exacto de cuándo ocurrió el primer beso entre dos seres humanos, se sabe que desde tiempos muy remotos, siendo La India de los lugares más antiguos donde se tiene documentada esta práctica, gracias a figuras talladas en templos de personas que parecen estar besándose.

Hoy en día se sabe que, además de resultar placentero y confortante, los besos traen consigo una serie de beneficios para el cuerpo y la mente. Y es que, durante un beso el cerebro libera varias sustancias químicas que ayudan al organismo, siendo la principal de ellas la oxitocina, hormona que sirve como neuromodulador e interviene en distintos procesos, como la generación de placer y alegría, la actividad sexual, el enamoramiento y la afectividad.

Entre los beneficios que nos da besar con frecuencia están fortalecer el sistema inmunitario, quemar calorías, estimular la circulación, además de tener efectos terapéuticos, dar tranquilidad y generar fuertes vínculos afectivos.

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Distintas acepciones culturales a lo largo de la historia

Aunque las connotaciones y contextos de un beso varían de cultura a cultura, en general se asocia con un mismo significado: un acto positivo, deseable y símbolo de amor y cariño.

En la antigua Persia o en Grecia, eran bastante comunes los besos entre personas del mismo sexo; se cree que el acto de besar se expandió en popularidad desde La India al resto de Europa gracias a Alejandro Magno y sus viajes de conquista.

Para los Celtas, un beso tenía incluso un aire medicinal. Mientras que en épocas como la edad media besar en público, sobre todo a una doncella, podía ser visto como algo vulgar e indecoroso o como una falta de respeto.


Los besos también pueden tener ciertas connotaciones negativas en algunas pocas culturas o situaciones, como se muestra en varios de los Evangelios de la Biblia, al mencionar que fue mediante un beso que Judas delató y traicionó a Jesús al entregarlo a los romanos.

Otro ejemplo de esto es el famoso “Beso de la Muerte”, acción atribuida principalmente a la mafia italiana y popularizada por obras de ficción como El Padrino, en la que el hecho de que un líder criminal bese a otro mafioso en la boca representa una condena de muerte.

Aunque en la vida real no es algo confirmado, sí se ha documentado la práctica de besar en la boca a otro dentro de grupos de la mafia, aunque según indican algunos medios italianos, esta acción significa más bien una profunda muestra de admiración, respeto y aprecio por el otro, sin tener ningún tinte amenazador o de atracción sexual.