Morelia, Michoacán .- No existe una bebida más mexicana que el propio tequila. Esta bebida, símbolo de México tiene sus raíces en los campos de agave azul de Jalisco, ha trascendido fronteras y conquistado paladares a nivel global. Pero, ¿qué hace al tequila una emblema de México? A continuación, te lo contamos.
El tequila y el mezcal son la segunda industria de bebidas alcohólicas más importante en México, representando el 18.6 por ciento de la producción total de bebidas alcohólicas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Entre 2000 y 2020, la producción de tequila en el país aumentó en un 106 por ciento. En 2021, se produjo cerca de 527 millones de litros, el volumen más alto de la historia en la recuperación de datos.
De los aztecas al origen del tequila
El tequila es una bebida alcohólica destilada originaria de nuestro México, elaborada a partir del agave. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando los aztecas ya fermentaban el aguamiel de esta planta. Posteriormente, con la influencia árabe e hispánica, el proceso de destilación se introdujo en América, dando lugar al tequila.
Una anécdota cuenta que los españoles no disfrutaron de las bebidas de agave fermentado que les brindaron los aztecas cuando vinieron a México haciendo sus excursiones, por lo que optaron por experimentar con el maguey para hacer vino y descubrieron que se podía destilar el agave fermentado. De esta manera surgió el vino de mezcal.
El nombre de esta destilación se acuñó en Tequila, Jalisco, la región donde floreció esta innovadora práctica. El agave tequilana weber, variedad azul de esta planta, es la fuente primordial de la bebida. Entre más de 295 especies de agave, solo esta es seleccionada para producir el auténtico tequila, distinguiéndose así de mezcales y pulques.
¿Qué hace que el tequila sea la bebida símbolo de México?
Esta bebida no es solo líquido en una botella, es un pedazo palpable de nuestra identidad cultural. Cada sorbo evoca siglos de tradición, de manos que cuidan el agave desde su brote hasta la cosecha. El proceso artesanal, transmitido de generación en generación, es la esencia de esta elixir dorada. Es el eco del cine de la época de oro y la música de mariachi, símbolo de mexicanidad.
No es casualidad que la UNESCO, en un gesto de reconocimiento universal, haya declarado el paisaje agavero y las antiguas instalaciones industriales de tequila como Patrimonio Mundial de la Humanidad en aquel julio del 2006. El agave, con sus raíces profundas en nuestra historia, es un elemento intrínseco de la identidad nacional mexicana.
Por lo tanto, cada botella de tequila transmite la esencia de una nación vibrante y llena de historia. Es el sonido de los campos de Jalisco, el aroma de las manos trabajadoras que lo cultivan y el espíritu de un país que honra sus orígenes en cada brindis. Más que simplemente una bebida, el tequila es una parte de México que se ha extendido por todo el mundo.