Hoy se cumplen 12 años de la protesta global emprendida por los sitios de internet más emblemáticos, en contra de la Ley SOPA, es por eso que en El Sol de Zamora te contamos de qué se trata esa norma, en qué cosiste y cuáles fueron las consecuencias.
Combatir el tráfico de contenidos con derechos de autor en internet es una labor titánica que se lleva a cabo con la implentación de normas en varios países, reglas con las que se intenta poner freno a ese delito.
Una de las leyes utilizadas es la llamada Ley SOPA, abreviatura de las palabras en inglés “Stop Online Piracy Act”, que quiere decir “Ley para detener la piratería en línea”.
Fue un proyecto de ley presentado el 26 de octubre de 2011 en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, con el que se intenta proteger al mercado de la propiedad intelectual y su industria, empleos y beneficios; sin embargo, hay quienes creen que se trata de un duro golpe a la libertad de expresión.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el sitio de la Gaceta, menciona que la Ley SOPA surgió de una iniciativa del congresista estadounidense Lamar Smith y permitiría la censura al estilo de países como Irán o Siria.
La implementación de la Ley SOPA originó protestas en varias partes de Estados Unidos, donde retractores argumentaban el uso de la norma para censurar contenido abierto y de dominio público en internet.
Una de las protestas ocurrió el 18 de enero de 2012, cuando el portal web Wikipedia realizó un bloque autoimpuesto como medida de protesta; ese día, al ingresar al sitio, en la pantalla se podía ver una imagen negra en la que se leía “Internet debe seguir siendo libre”.
La medida fue rápidamente replicada por otras plataformas, como WordPress, Cuevana, Fundación Mozilla y Google, la cual colocó en su logo una leyenda que decía “por favor no censuren la web”.
Lateef Mtima, director del Instituto para la Propiedad Intelectual y la Justicia Social, de la Escuela de Leyes de la Universidad Howard, señaló en su momento su preocupación por la Ley SOPA, ya que los usuarios que suben contenidos protegidos por derechos de autor a sitios como YouTube podrían ser encontrados responsables y ser obligados a pagar una sanción penal.
Además expertos han señalado que dicha norma ha demostrado no ser eficaz para combatir a la piratería, pues quienes difunden material protegido cuando son descubiertos se mudan a otro sitio y continúan su labor sin ser sancionados.