Morelia, Michoacán.-En el Día de la Agricultura, conozcamos más sobre la revolución silenciosa que está cambiando los campos. La Agricultura Digital combina tecnología y tradición para optimizar cultivos y mejorar la producción. Descubre cómo esta innovación está transformando la manera de atender los campos.
De acuerdo con el Censo Agropecuario 2022 México cuenta con más de 5 millones de unidades de producción agropecuaria y una superficie de 32,1 millones de hectáreas para uso agrícola, lo que equivaldría 2.5 veces Grecia. Además, el sector agropecuario alimenta a 126 millones de mexicanos de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Cuando alguien nos pregunta cómo y dónde se producen los alimentos que llegan a casa, decimos en el campo, personas siembran semillas para después realizar la cosecha, utilizan herramientas de campo, unos usan algo llamado azadón, rastrillo, otros tractores, toros y para el riego hay distintos sistemas. Sin embargo, la agricultura digital está revolucionando estos procesos, intentando buscar formas para ser más eficientes.
¿Qué es la agricultura digital?
La agricultura digital es el uso de recursos tecnológicos para la gestión óptima de los procesos agrícolas. Una de las ventajas de estas herramientas tecnológicas es que utiliza datos precisos y análisis avanzados para maximizar la eficiencia y minimizar el impacto ambiental en el proceso de la agricultura.
Se instalan sensores en los campos para monitorear variables como la humedad del suelo, la temperatura y los niveles de nutrientes. Una plataforma central recibe estos datos y los procesa y analiza. Además, se utilizan drones y robots para tareas como siembra, pulverización y cosecha.
¿Cómo beneficia al mundo la agricultura digital?
Mediante la utilización de drones y robots se recopilan datos del campo y con esta información se puede mejorar el tiempo de cosecha, el riego, el control de plagas y la reducción vulnerable al cambio climático. Igualmente, los agricultores se liberan de trabajos intensos, permitiéndoles enfocarse en decisiones estratégicas.
La interpretación precisa de esta información es crucial. Los agricultores pueden recibir instrucciones detalladas sobre cuándo y cuánto regar, qué fertilizantes usar y cuándo cosechar. Esto no solo maximiza los rendimientos, sino que también reduce los costos y el uso de recursos. Esto tiene como objetivo fomentar un futuro más eficaz y sostenible.