Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El 8 de diciembre de 1980 el mundo se estremeció con la muerte de John Lennon, el icónico exintegrante de The Beatles asesinado en el edificio Dakota, en Nueva York, por Mark Chapman.
La noticia corrió por todas partes, incluido un pequeño barrio del municipio michoacano de Ocampo, donde cada invierno arriban miles de mariposas Monarca desde Canadá. Ahogados por la tristeza, cuatro amigos decidieron rendir un homenaje a su ídolo de una forma peculiar: quitaron la placa de la calle 20 de Noviembre y en su lugar colocaron una hechiza con la leyenda “John W. Lennon”, pintada con un plumón blanco. Desde ese día, los vecinos tomaron a bien la ocurrencia y poco a poco nombraron así a ese punto que a fin de cuentas hacía esquinas con otros héroes históricos: Melchor Ocampo, Mariano Matamoros y Benito Juárez.
Con el transcurso de los años algunos ayuntamientos decidieron retirar la placa falsa y casi de inmediato los beatlemaniacos insistían con el nombre alterno, hasta que llegado el 2010 se pusieron de acuerdo y en una histórica sesión de cabildo, la calle dejó atrás la referencia de la Revolución Mexicana y oficializó el nombre de quien revolucionó al rock and roll.
Casi 12 años después de ese logro, entrevistamos a quien tuvo la idea original: José Luis González Garduño, mejor conocido como El Chelís, morador de una casa tan amarilla como la tapa del Yellow Submarine. Dueño de un pequeño comercio de abarrotes atestado por carteles de la banda inglesa, en el que destaca la imagen de Lennon con la playera blanca, gafas oscuras y el estampado de New York City, el hombre de camisa a cuadros y cachucha deportiva nos da detalles de cómo se desencadenó este nombramiento.
“Estábamos arreglando un Chevrolet 67 aquí en la calle, que era pura tierra, mientras sonaba la música de John Lennon, y fue que de pronto se nos ocurrió treparnos a una escalera y cambiar la placa”.
En ese año había una cantina donde ahora es la casa de Chelís, pero luego pudo comprar el terreno y la transformó en una tienda que sigue siendo un pequeño templo de los creadores del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band.
Aprovecha para enterrar algunos mitos que se han creado alrededor de la historia, como aquel que aseguraba que unos migrantes pagaron la pavimentación de la calle con tal de que se nombrara John Lennon.
“Nada de eso, nosotros ni éramos migrantes ni pagamos la pavimentación, eso corrió por cuenta del municipio y tal vez ayudó que el alcalde de ese entonces era mi cuñado, Roberto Arriaga, aunque se decidió en una sesión formal de cabildo”.
Para convencer a los funcionarios locales de cambiar el nombre de la calle se sumó el afamado locutor Joaquín Pardavé, quien desde hace décadas ha conducido el programa Los Años Maravillosos, que cada sábado recorre los éxitos de Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr.
En pleno 2022, minutos antes de subirse al escenario de un pub en Morelia, Pardavé sonríe al recordar cómo se unió a esa misión que parecía imposible. Años antes había intentado algo similar en la Ciudad de México, cuando solicitaron cambiar la calle llamada Liverpool, donde se ubica el Museo de Cera, por John Lennon, pero la burocracia chilanga no dio su brazo a torcer.
Llegado el 2009, se enteró que corría el rumor de una avenida con ese mote en Ocampo, por lo que lleno de curiosidad hizo el viaje y descubrió que nada era oficial, pero había las condiciones para que sí lo fuera. “José Luis me contó todo y entonces solicitamos una reunión con el alcalde; hice un documento donde exponía la importancia de esa decisión y el potencial que podía tener en materia turística, pues se iba a convertir en la única calle llamada John Lennon de todo el continente americano”.
Finalmente, el cabildo votó a favor y el acto se festejó con un concierto el 8 de diciembre -aniversario luctuoso del cantante- en la plaza del pueblo de la Gran Jamona, el grupo de Pardavé que rinde tributo a esa y otras bandas del llamado rock clásico. Pese a ello, el locutor cree que el nombre no se ha explotado lo suficiente, pues podría ser parte de recorridos guiados porque es precisamente esa arteria la que desemboca en un santuario de la Mariposa Monarca. “Ya vamos para 13 años de la inauguración; ojalá que alguien le saque más provecho, ¡es una cosa única en toda América!”, concluye, para después tomar el bajo y ponerse a tocar rock and roll.