Morelia, Mich (OEM-Infomex).- La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio volvieron. Luego de doce años de sequía de no pisar tierras morelianas, ofrecieron un concierto para recordarle a su público que siguen vigentes y listos en todo momento para hacer que las suelas de los zapatos sigan raspándose al ritmo de su baile.
Aldo Acuña, bajista y fundador de la banda, habló con este Semanario sobre la actualidad de los integrantes y proyectos a futuro, pero también se dio tiempo para dejar escapar sus ideas sobre temas de la industria musical, conflictos sociales, política y hasta de la realidad que vive Michoacán.
-En esta nueva etapa de La Maldita, ya sin Sax, ¿Qué viene para ustedes?
“Estamos en un momento de reacomodo, de alineamiento y reenfocar nuestro trabajo. Sí tenemos ya algunas ideas, algunos temas están trabajados, pero no todos caben en el mismo proyecto, entonces sucede que luego surge lo que ya tienes y le das una vuelta y cobra nueva vida de manera más fresca”.
-En unos meses el disco El Circo estará cumpliendo 31 años y lo hace con la etiqueta de ser uno de los más importantes del rock mexicano, ¿cómo lo ven ustedes a la distancia?
“Ha sido el trabajo más importante del colectivo en su momento y en su medida; es decir, a nivel mediático, sobre todo de vivencia de la gente y la manera en que se apropiaron del disco. Para mí, cada uno de los proyectos tiene un peso y una razón de ser en el momento en que fue compuesto, en la forma en la que fue concebido, como es el caso del Circular Colectivo, que es uno de los discos que más me gustan porque fue pensado y producido por nosotros”.
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- ¿Cómo visualizas el panorama del rock mexicano en la actualidad?
“El rock de a de veras, es decir, lo que no se produce como cajitas en serie, siempre ha tenido que remar a contracorriente y no creo que vaya a ser la excepción porque no estamos saliendo de una crisis de un día para otro. Lo que ha pasado en términos económicos, sociales y políticos en el país, pues tiene sus consecuencias y eso tiene que cambiar. La nueva música siempre tiene su espacio y no solo el rock, porque hay otros géneros como el hip-hop, el ska, el son veracruzano y otros subgéneros que no han sido explorados”.
-Con la apuesta de empresarios a géneros como el reguetón, regional y banda, ¿sienten que se han reducido los espacios para el rock y otros géneros alternativos?
“La industria siempre va acotando sus espacios, por un lado, yo considero que gran parte de la producción de la música regional y sus artistas se construyen mediáticamente y en función de la payola que pusieron más que por un público que tengan. Lo mismo pienso del reguetón, es un género que es más rápido, fácil y barato, entonces eso es lo que ve la industria. Nuestra visión, como Maldita Vecindad, es más desde lo artístico y lo importante es que seamos capaces de seguir produciendo nuestro propio trabajo, lo demás pues es una industria que siempre ha estado acostumbrada a ganar dinero con la promoción y difusión”.
En terreno de política, algunos artistas como Rubén Albarrán se han manifestado en torno al Tren Maya, ¿ustedes como agrupación tienen alguna postura?
“Siempre hemos sido claros en nuestras posturas sociales, pero no nos metemos a hacer otras cosas porque nuestras canciones ya hablan de lo que pensamos y los momentos que vivimos o se repiten. Cada uno de nosotros tiene una posición política; sin embargo, siempre hemos procurado no llevar banderas, nosotros trabajamos abajo, en su momento lo hicimos en el año 94 con las comunidades zapatistas”.
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-En un Michoacán conflictivo, donde la violencia, el crimen organizado y los feminicidios siguen latentes, ¿se hace necesaria la música de la Maldita Vecindad?
“Toda música que mueva los pies, que lleve a reflexionar, donde las personas puedan liberarse de las presiones, las mujeres tengan el espacio que les corresponde y el asunto colectivo sea más importante que el individual, se vuelve necesaria porque son elementos poderosos para sostener la esperanza, generar confianza y fe. Yo entiendo muy bien que las armas que se sembraron hace cuarenta años son las que están floreciendo ahora, el otro problema que veo es que no hemos visualizado el asunto del botín de una guerra que empezó hace varios años y que tiene muchas formas, pero que en general recae en la mujer, la cual es tomada como un objeto para humillar al otro, siempre abusando de ella.
Es algo que tenemos más o menos claro de Michoacán, pero no solo de este estado, sino de todo el país, pues hay un estigma que nos hace voltear a ver a Jalisco, Nayarit y otras entidades. No podemos focalizarlo en un solo punto, es un asunto que no es de ahora y que tampoco se va a arreglar en este momento”.
