Morelia, Michoacán (OEM - Infomex).-Este 2022 se cumplirán seis años de que el matrimonio igualitario en Michoacán es posible, pero hay pendientes que no han sido resueltos como la derogación de la figura de sociedad de convivencia y la prohibición de las terapias de conversión, cuestiones que la LXXV legislatura del estado no ha tocado, afirmaron Raúl Martínez Rojas y Luis Antonio Cortés Salinas, activistas LGBT+.
En primer sitio está la cuestión de las sociedades de convivencia, una figura que no tiene utilidad y que en cambio puede ser empleada para imposibilitar el acceso al matrimonio, consideró Raúl Martínez Rojas, presidente del colectivo Michoacán es Diversidad.
“Creo que el Congreso del estado tendría que derogar las sociedades de convivencia, que no sirven debido a que ningún lugar permite un acta con esa figura. Es matrimonio o concubinato y habría que quitarlo porque justo es pretexto de oficiales del registro civil en algunos municipios para negar el matrimonio”. De hecho, Martínez Rojas comentó que tienen registro de un caso sucedido en Jacona.
Aunque el órgano de transparencia todavía no les responde, la hipótesis que tiene el colectivo es que esta figura se ha empleado principalmente en la región Bajío del estado, “un cinturón cristero que atraviesa la zona, creemos que ahí se concentran las sociedades de convivencia y eso nos dará certeza que la Iglesia y grupos cristianos siguen entrometiéndose en asuntos judiciales y legislativos en donde no tendrían que estar”.
En relación a esto, el presidente del colectivo LGBT Inclu Mich, Luis Antonio Cortés Salinas, confirmó que la postura de muchos grupos religiosos es en contra del matrimonio igualitario y si bien hay comunidades en estados como CDMX y Jalisco que tienen una postura progresista “en Michoacán no ubico a alguna, pero sí hay pastores que son disidentes y que bajo sus propias premisas lo hacen”
A propósito de las ideologías antagónicas a la diversidad, Cortés Salinas mencionó que en la LXXV legislatura “ningún diputado quiere tomar el tema de las terapias de conversión para que sean prohibidas en Michoacán, en la legislatura pasada se turnó, pero no se subió y en esta no hay quien lo tome”.
¿Dónde se celebran los matrimonios igualitarios?
Para tener un mayor panorama, Michoacán es Diversidad ha solicitado datos a la Dirección de Transparencia y Acceso a la Información para conocer en qué municipios se realizan matrimonios igualitarios y en cuáles no.
“Esperamos que en quince días, que es cuando se vence el plazo para la respuesta de la solicitud de transparencia, podamos tener un mapa de en qué municipios hay mayor número de matrimonios, en cuáles hay sociedades de convivencia y en donde no hay registros. Estos datos estadísticos nos permitirán conocer qué ocurre en el estado, quizá habrá municipios donde haya más ganas de casarse, por ejemplo que las lesbianas y homosexuales decidan viajar a Morelia o Pátzcuaro”, mencionó Martínez Rojas.
Este medio solicitó datos al Registro Civil del estado, instancia que sí tiene números globales, pero no desglose por municipios. De acuerdo con la dependencia, hasta el 2022 ha habido 786 uniones de parejas del mismo sexo, de las cuales 285 son masculinas y 501 femeninas. Los divorcios son pocos, pues el Registro presenta que han ocurrido 16, de los cuales cinco son de parejas gays y 11 de lesbianas; aunque los datos que tienen en rupturas son hasta el 2020.
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Al respecto, el activista comentó que no todas las personas de la comunidad LGBT quieren casarse, “pero cuando hay parejas que lo deciden es porque están verdaderamente comprometidas y tienen una alta durabilidad estas uniones a diferencia de los heterosexuales”.
Además, Martínez Rojas aportó al tema al señalar que todavía “no hemos normalizado el derecho, celebro que se celebren matrimonios ante oficiales del registro civil en comunidades indígenas, como ocurrió hace unas semanas, pero me parece que debemos ampliar la visión pues no sólo es un triunfo de quienes se casan, sino que es resultado de una lucha histórica para la reivindicación de la dignidad de las personas disidentes sexuales”. Es decir, lo que se buscó fue más bien tener el derecho para decidir si se accedía o no al matrimonio y no tanto para tener la aprobación de personas heterosexuales.
Por su parte, Cortés Salinas recordó que la figura del matrimonio igualitario es un derecho que contribuye a la protección de sus integrantes “con la protección de seguridad social, con cuestiones relacionadas con herencias pues había muchos casos en los que la pareja construía su patrimonio y al morir uno de los dos, las familias arrebataban sus cosas a quien quedaba vivo, por lo tanto no estábamos en igualdad de derechos con las personas heterosexuales, por eso es importante que ahora tengamos esa figura civil y familiar en el estado”.