Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La llegada de la mariposa monarca hacia los santuarios de Michoacán viene retrasada, principalmente porque su alimento el algodoncillo, se encuentra amenazado a causa del uso desmedido del glifosato y los herbicidas que utilizan los productores ganaderos en los terrenos agrícolas, reveló el secretario del Medio Ambiente estatal, Alejandro Méndez López.
En entrevista, el funcionario estatal señaló que la mariposa monarca enfrenta dificultades para llegar a los santuarios ubicados en Michoacán, pero también en el Estado de México, ya que durante su trayecto de Canadá a México se ha encontrado que la planta del algodoncillo nativo que ayuda a mantener las comunidades de mariposas, contiene sustancias químicas como los plaguicidas, herbicidas y el glifosato.
Medio Ambiente explicó que estas sustancias químicas son utilizadas por productores, ya que para el ganado la planta es tóxica, pero para las mariposas es su único alimento que les da la energía para llegar a los santuarios a fin de resguardarse de la temporada invernal.
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“Se han hecho esfuerzos importantes para proteger a la mariposa monarca, pero se requiere más intervención de las autoridades federales e internacionales, porque hoy en día hay una amenaza para el insecto, pues en su trayectoria su alimento contiene insecticidas y herbicidas, y eso tiene que parar por parte de los productores ganaderos”, remarcó.
Sin precisar la cifra, indicó que ya se empieza a ver la llegada de algunas colonias de mariposas monarca a Michoacán, aunque todavía no están en su totalidad en la entidad a causa de la situación que persiste con el alimento, pero dijo confiar en que en dos semanas aproximadamente puedan ser rebasadas las más de diez hectáreas de bosque que ocuparon las mariposas el año pasado.
Méndez López agregó que este viernes se abrirá oficialmente el santuario El Rosario que se ubica en el municipio de Ocampo para el acceso a los turistas. De acuerdo con el funcionario, los ejidatarios de los municipios de Ocampo, Áporo, Angangueo, Senguio, Tlalpujahua e Irimbo plantaron un millón de árboles en El Rosario, además de que 500 hectáreas que eran terrenos agrícolas cambiaron a forestales en favor de la mariposa monarca.