Asesinato de "Julín", fue con alevosía: testigo

El testigo declaró que intentó que los policías no dispararan, pero éstos hicieron caso omiso

Francisco Valenzuela | El Sol de Morelia

  · miércoles 15 de junio de 2022

Foto: Fernando Maldonado | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- “Les dije muchas veces que yo lo podía controlar, que no le dispararan, pero al final lo mataron”. Así de contundente fue el testimonio de Luis Guillermo "N", quien se desempeñaba como guardia de seguridad en el fraccionamiento Jardines del Toreo el 12 de agosto de 2020, la noche en que el joven Julio César Chagolla Salcedo, conocido como Julín, fue víctima de disparos por policías municipales de Morelia.

Citado como testigo en el juicio oral de este caso, por el cual hay dos policías en prisión, el ahora trabajador de una empresa de alimentos dio detalles de cómo intentó frenar las agresiones de los elementos municipales que, según su punto de vista, no tenían la necesidad de disparar contra el joven vecino de esa colonia al sur de la ciudad.

Narró que por la noche recibió una llamada de vecinos de la calle Ganadería del Junco, quienes alertaban sobre la intromisión de Julio en su domicilio. Luis acudió al mismo e informó a los dueños del inmueble que Julín no era peligroso, y que si se había metido sin permiso a la casa tal vez era debido a una crisis producto de una enfermedad psiquiátrica. “Lo vi asustado, me dijo que lo disculpara, que tenía sed y por eso estaba ahí, por lo que comencé a calmarlo y le pedí a otros vecinos que localizaran a su papá”.

Minutos más tarde llegaron dos policías de Morelia, quienes desde el inicio apuntaron con sus armas al joven, haciendo caso omiso de que no era necesario. “Les pedí que no le dispararan, que estaba enfermo y que su papá podía tranquilizarlo”, dijo ante la jueza en la audiencia.

Llegó un momento en que Julín y los policías se agredían verbalmente hasta que comenzaron a forcejear la puerta de la casa; él para seguir adentro, ellos para ingresar a detenerlo. Finalmente, el papá del joven arribó al lugar y pidió a los policías dejarlo controlar las cosas, pero no hicieron caso. Bajo ese clima de tensión y tras la llegada de más refuerzos, Julín salió de la casa y comenzó a correr en dirección a la calle Jesús Cabrera, perseguido por los uniformados. Uno de ellos accionó su pistola pero se disparó a sí mismo en una pierna, tras lo cual soltó más balas contra el muchacho, lo mismo que hizo otro elemento desde la banqueta de enfrente.

En total, narró el testigo, fueron entre cinco y siete balazos los que se dispararon contra Julio, quien en todo momento estuvo desarmado. Ya con la víctima en el piso, los policías se dieron tiempo para amedrentar a su padre, a quien le dijeron que se retirara o también lo iban a matar.

Los abogados defensores lucieron un tanto improvisados al momento de interrogar al testigo. Uno de ellos, quien había faltado a audiencias anteriores, incluso llegó a confundir a la víctima como uno de los guardias del fraccionamiento, y al menos ocho de sus preguntas fueron rechazadas por la jueza por improcedentes.

Aunque la defensa intentó evidenciar supuestas contradicciones del testigo, éste se mantuvo siempre en sus dichos e incluso accedió a dibujar un croquis para que se ilustrara de manera más clara el movimiento de las personas que se vieron involucradas.

Al final de la audiencia, la agente del Ministerio Público pidió a la jueza una llamada de atención para una perito que se ha negado a declarar, no obstante cinco llamados para hacerlo. La jueza precisó que el MP es quien tiene la facultad de obligarla y sugirió sanciones administrativas, pues se trata de una actitud que entorpece la justicia. La próxima audiencia quedó pactada para el 23 de junio a las 9:00 horas en la sala 16 del Poder Judicial.