Morelia, Michoacán (OEM-Infomex). En los últimos años, Michoacán registró un incremento de 60 por ciento en la atención psiquiátrica por trastorno mental en niños, jóvenes y adultos, además de que ocho de cada 10 pacientes en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son canalizados al área de psiquiatría para recibir tratamiento.
El estrés, la depresión, la ansiedad, las adicciones y la bipolaridad son trastornos que se manifiestan por cambios de ánimo, comportamiento y pensamiento de quienes presentan problemas de salud mental por conflictos laborales, económicos, matrimoniales, familiares, sociales, escolares e incluso hereditarios.
Debido al contexto social que se vive en la entidad y en general en todo el país, permite calcular que la mitad de la población es candidata a recibir tratamiento psiquiátrico por alteraciones al sistema neurológico o cerebral ocasionadas por el estrés y la ansiedad, aseguró la especialista en salud mental adscrita al IMSS, Liliana Teresa García.
La pérdida de apetito, la irritabilidad y cambio radical de humor, el bajo rendimiento escolar y laboral, cansancio, problemas del sueño, aislamiento social, capacidad reducida de concentración, cambios en hábitos alimenticios, preocupaciones o miedos excesivos, desinterés en actividades que producen placer son algunos signos de trastorno mental.
Explicó que si estos síntomas no son tratados a tiempo generan enfermedades como la fibromialgia o dolor articular y muscular crónico, hipotiroidismo, artritis reumatoide, epilepsia, esclerosis múltiple, cáncer, vértigo, lumbalgia, mareo y cefalea mixta o migraña.
No tratar a tiempo la depresión y el estrés ocasiona demencia a temprana edad ya que el cerebro se deteriora y reduce los niveles de abstracción, cognición y cálculo presentándose a temprana edad la pérdida de memoria, de la razón y la conducta. En el IMSS se han diagnosticado casos a partir de los 50 años de edad.
Inhibir la sensación de estrés y depresión en las mujeres se da por incrementar el consumo de carbohidratos y alimentos ricos en azúcares como pastelillos, dulces y otros además del desinterés en su arreglo personal. En los hombres se da por refugiarse en el trabajo y disminuir sus capacidades laborales.
De acuerdo con la psiquiatra, en los niños es cada vez más recurrente este problema que si no se atiende a tiempo desemboca en actos o consumación suicida o adicciones al alcohol, tabaco o narcóticos, regularmente por presentada por falta de convivencia con los padres y divorcios.
Los tratamientos para atender trastornos mentales no son cortos tienen una durabilidad de entre seis meses y un año, ya que un antidepresivo tarda hasta cuatro semanas en surtir efecto y después se disminuye la dosis hasta eliminarla por completo aunado a que el paciente debe considerar cuidados de alimentación y actividades físicas para no recaer.
Según la especialista, 90 por ciento de los pacientes que reciben tratamiento y siguen las indicaciones médicas son dados de alta.
1 de 3 mexicanos tiene trastorno mental
En México las enfermedades mentales afectan a 26.8 por ciento de la población y se estima que uno de cada tres mexicanos en algún momento de su vida padecerá algún tipo de trastorno mental. Además el 80 por ciento de las personas padecen una enfermedad mental y carecen de un tratamiento formal.
El número de psiquiatras que existen en México no exceden los 4 mil 400 especialistas, es decir, se tiene una tasa menor a los cuatro médicos por cada 100 mil habitantes y sólo uno de cada cinco enfermos con trastornos mentales recibe tratamiento por especialistas.
La tasa de suicidios va en aumento y este problema se colocó en la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años de edad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, México ocupa el primer lugar en estrés laboral con 75 por ciento de los mexicanos adscritos en centros de trabajo público o privado, cifra que quedó por encima de China que concentró 73 por ciento en la medición de empleados en activo.
Hasta 500 mp multa a empresas por estrés laboral
El pasado 23 de octubre entró en vigor la primera etapa de la NOM-035 Factores de riesgo psicosocial en el trabajo aplicable a todos los centros laborales. El objetivo es modificar las formas en que se realizan las actividades para que los trabajadores tengan mejores condiciones para desempeñar sus labores.
Las obligaciones que tienen los empleadores a partir de lo que se establece en la norma, está el promover un entorno favorable, atender actos de violencia laboral e implementar medidas para prevenir factores de riesgo psicosocial.
Según datos de la Ley Federal del Trabajo, las sanciones para quienes incumplan con las especificaciones que marca la NOM-035, van de 250 a 5 mil unidades de salario mínimo lo que representa una multa de entre 26 mil a más de 500 mil pesos.
“Tirar la toalla era una opción”
En la vida existen personas más fuertes que otras y que por necesidades económicas, permiten cualquier tipo de presión, grosería o carga de trabajo sin tener en cuenta las consecuencias que pueda representar para la salud física y mental.
El caso de María G., profesionista en el área administrativa, que compartió con El Sol de Morelia su experiencia en distintos centros de trabajo, es un referente de cómo las empresas y las instituciones públicas no velan por el bienestar emocional de su personal cuando son la fuerza principal de sus proyectos.
La violencia psicológica, el acoso sexual y laboral y la discriminación de sus compañeros y superiores fueron circunstancias por las que María G. tuvo que acudir con especialistas para recibir atención médica por cuadros crónicos de migraña, mala alimentación, insomnio, presión alta y taquicardias a sus 37 años de edad.
“He tenido oportunidad de trabajar para el gobierno y para algunas compañías y la verdad es que no hay diferencia entre la carga de trabajo de un lugar a otro porque si no eres sindicalizado no tienes beneficios como un horario fijo, prestaciones y seguridad laboral”.
Comentó que en las oficinas de gobierno y sector empresarial donde ha colaborado padeció agresiones incluso de manera indirecta que aunque eran denunciadas con sus superiores, poco o nada se solucionaba por cuestiones de género. “La verdad es que entre hombres se protegen, piensan que nosotras tenemos la culpa porque los provocamos por nuestra forma de vestir o arreglarnos, es un tema de cultura machista que no se ha podido acabar”.
María G. externó que esa situación era externada con sus superiores pero asegura que una vez escuchada, notaba un cambio en sus actividades laborales sobre todo por la carga de trabajo que aumentaba para fastidiarla y que renunciara al trabajo.
Es una salida que he notado recurrentemente en todos lados, cuando ven riesgo de que se pueda demandar y afectar el prestigio de una persona, empresa o dependencia utilizan como medida apretar los horarios y el trabajo para cansar a la gente para que por su propia cuenta decida renunciar
“Llegar a mi casa era como seguir en el trabajo porque tenía que adelantar encargos y el exceso en el uso de la computadora me trajo problemas de salud en la visión, mala nutrición y cansancio que me llevó al estrés y después a la depresión”.
Fue ahí cuando decidió acudir con especialistas para recibir tratamiento y reflexionar sobre la importancia de gozar de buena salud y tener un ambiente de trabajo agradable y de respeto para rendir frutos profesionales y laborales.
