Morelia, Mich (OEM-Infomex).- En Cuitzeo da la impresión de que nadie sabe o quiere saber sobre el litio. Ante la inminente aprobación del dictamen de la reforma a la Ley Minera, con la que se establece que la concesión, permiso para la extracción, la venta y aprovechamiento del llamado “oro blanco” quedará a cargo solamente de un organismo público descentralizado, las miradas se han centrado en el lago que se ubica en dicho Pueblo Mágico.
Sin embargo, este panorama que se vislumbra de revolución económica y por ende geopolítica, parece importarles poco a las autoridades del municipio. En una postura de cerrazón, el secretario del Ayuntamiento, Juan Lundes Ortiz, se negó a hablar sobre el tema al argumentar que no tenía información ni conocimiento sobre la probabilidad de que exista litio en el vaso de agua.
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Incluso, el asesor directo del secretario y de la alcaldesa, Amado Hernández Ortiz, situó el tema en los límites del mito al señalar que “hace mucho tiempo surgió la noticia de que había vestigios de litio en la zona de Queréndaro, pero en realidad en el Ayuntamiento no hay alguna información que nos pueda asegurar que exista”.
En caso de que se presentarán organizaciones dispuestas a explorar la zona, aseguró que como autoridades no tendrían ningún inconveniente en signar un convenio, siempre y cuando no alteren el equilibrio ecológico del municipio.
“No es que no haya interés, pero lo que no hay es información. En este momento es un elemento tan necesario para las tecnologías modernas, entonces claro que sí nos interesa, pero en cuanto vengan empresas se hará lo correspondiente (…) si alguien tiene datos, sería importante que vinieran a compartirlos con la actual administración para analizar y tomar una determinación”.
Exploración a discreción
Lo que ignoran las autoridades o quieren ignorar, es que del periodo de julio a octubre del año pasado, una empresa realizó perforaciones dentro del vaso del agua en localidades como San Agustín del Pulque y San Agustín del Maíz.
Un académico originario del municipio de Cuitzeo que estuvo de cerca en estas labores y quien prefirió dar su testimonio de manera anónima por temor a represalias, compartió que se trataba de una compañía que se manejaba en total discreción, siempre guardando su identidad.
“Desconozco el nombre porque nunca querían mostrarse y es que aunque ellos supuestamente estaban haciendo perforaciones para buscar minerales y sales con el objetivo de remediar el lago, nos fuimos dando cuenta de que en realidad lo que pretendían era encontrar litio porque saben que ahora es conocido como el oro blanco”.
Al ser un elemento que está siendo utilizado en diferentes industrias como la automotriz y la electrónica, no duda en que se están viviendo momentos de disputa entre empresas que quieren dar con los yacimientos que representen su futuro en el negocio.
A 2.5 kilómetros de Piedra Grande en San Agustín del Pulque, a 800 metros de la orilla donde se ubican los balnearios de San Agustín del Maíz y en los alrededores del municipio de Álvaro Obregón, se hicieron las respectivas exploraciones; sin embargo, de los resultados poco se sabe.
“La empresa prácticamente abandonó el proyecto, todo fue de manera informal, no se comunicó con nosotros y nunca tuve conocimiento de los informes, si encontraron litio o no, ya no supimos nada. La doctora Isabel Israde Alcántara fue a quien se le entregaron los núcleos y muestras de los barrenos”.
Al acudir a la investigadora y directora del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), reconoció que ella cuenta “con las profundidades y los sedimentos que están estudiando con fines de evolución de los incendios y del vulcanismo”. No obstante, aseveró que necesitaba solicitar autorización para poder informar detalles a los medios de comunicación.
Litio con responsabilidad
Al ser el lago de Cuitzeo el cuarto más antiguo del mundo con ocho millones de años de existencia y debido a su historia geológica, para el investigador Arturo Chacón Torres son sumamente altas las probabilidades de encontrar litio en el lugar.
Pero más allá de las fuentes de extracción y la discusión de congresistas que gira en torno a los conservadores que pretenden la privatización de todo y los liberales que anhelan la institucionalización de los recursos, el académico observa con preocupación la nula responsabilidad ambiental.
“El litio puede ser un recurso muy importante, siempre y cuando sea aprovechado con responsabilidad. Toda la minería es una destructora de la naturaleza, ahí tenemos el ejemplo del poblado de La Mira en Lázaro Cárdenas, donde se registra un deterioro ambiental extremo gracias a la transnacional Arcelor Mittal”.
Si bien señala que en México se han dado concesiones injustas y arbitrarias en el tema de minerales, como es el caso del oro y la plata que se entregó a empresas canadienses, considera que también es necesario encontrar un término medio en el que se pueda regular la explotación.
Abunda que nacionalizar el litio debe implicar un cuidado de las reservas suficientes por lo menos de aquí a un lapso de 30 años, donde se procure el bienestar social y no sólo la destrucción de los bosques, el agua, la flora y la fauna.
En este sentido, expone que la institucionalización del metal al 100 por ciento sin participación privada puede implicar que el litio termine convirtiéndose en una Secretaría de Estado con subsidio del gobierno, como en su momento lo fue Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que califica como necesario tener contrapesos.
“La minería requiere de medias ambientales previas, durante la operación y el abandono de la actividad, pero lamentablemente esa situación no se cumple en México. No son pocos los desastres mineros que se han visto en el país, donde lo que menos importa es la parte ambiental, social y laboral”.
De no modificarse las reglas del juego en lo sustancial, Arturo Chacón lanza el presagio que se ha repetido una y otra vez en la historia de México, esa que exhibe que ni el acero, el oro, el petróleo, las granjas solares y la energía eólica han significado un beneficio para las comunidades indígenas y rurales, sino que, al contrario, la marginación económica se asienta en nombre del aprovechamiento de los recursos naturales.