Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- El alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, aseguró que se mantiene vigente un acuerdo para que integrantes del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) reparen los daños ocasionados a la escultura conocida como Los Constructores, misma que fue derribada el pasado 14 de febrero, hecho por el cual se detuvo por unas horas a 24 personas de distintas comunidades.
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Aunque liderazgos del CSIM aseguraron el lunes que el ayuntamiento ya otorgó un perdón legal por estos hechos, Martínez Alcázar precisó que lo que existe es un acuerdo resarcitorio, por lo que no hubo denuncias penales, pero sí el compromiso por reparar los daños causados, sin hablar necesariamente de aportar dinero.
“Ellos tienen que hacerse cargo de la reparación, así que tendremos que encontrar el camino de qué hacer, por lo pronto se ha avanzado en las mesas de diálogo”, dijo.
El alcalde aclaró que aún no se decide si la escultura es repuesta en su idea original y se vuelve a colocar, pues eso sería regresar al origen del conflicto y la inconformidad con quienes la consideraron racista y esclavista.
“Tenemos que lograr un acuerdo los ciudadanos de Morelia con las personas que se sienten ofendidas con la escultura”.
Sobre el mismo tema, el secretario del ayuntamiento, Yankel Benítez García, dijo que las mesas de diálogo se extendieron por cinco días y el acuerdo fue ese: que se repare el daño, lo que se plasmó en un documento firmado por ambas partes. “Parte de esa reparación era acercarnos, dialogar, reestablecer la comunicación con los grupos indígenas de nuestro estado”.
Cuestionado sobre lo difuso de la reparación y si todo quedará en un perdón tácito, Benítez aseguró que no se puede hablar de impunidad porque en su momento se aplicó el Estado de derecho, “hubo detenidos, acuerdos, y esos acuerdos están en el marco de la legalidad”, concluyó.
En el mismo ayuntamiento, la secretaria de Cultura Fátima Chávez Alcaraz había dicho que se analizan tres escenarios para darle un destino a la escultura: la restauración y traslado a un museo; que permanezca en sus condiciones actuales, o bien, que se coloque un árbol en la zona del Acueducto donde estuvo por varios años.
Fue el 1 de agosto del año pasado cuando la administración municipal, entonces a cargo de Humberto Arróniz, organizó una consulta para preguntar si era viable retirar la escultura por tener tintes de racismo y esclavitud. En una jornada de muy poca participación, 172 ciudadanos se manifestaron por el sí y 87 estuvieron en desacuerdo. Sin embargo, los meses transcurrieron sin que el monumento fuera removido, razón por la cual los comuneros lo hicieron por cuenta propia el 14 de febrero, para después ser detenidos y denunciados ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
