Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- "Nos enfrentamos ante la naturaleza y un incendio forestal es muy cambiante. Entonces, es mucho riesgo para todos los que andamos como brigadistas, que corremos al andar combatiendo el incendio y pues a veces los héroes son los bomberos urbanos, porque la gente los ve en su carro (...). Nosotros pues no más a veces; nuestras brigadas son rurales", comparte Saúl Sáenz, subdirector de Protección Forestal, con 27 años de experiencia como brigadista forestal.
Sáenz y las más de mil personas que ayudaron a erradicar los incendios de este año en el estado, además del fuego, también se enfrentaron a reproches de la población por su aparente falta de acción. Sin embargo, explica que "un incendio es de manejarlo, de controlarlo por la situación que hay de atmósfera y la topografía, por lo que puede durar dos o tres días husmeando", generando desinformación o inconformidad.
"Nos enfrentamos a ese tipo de situaciones ante la gente. A veces, cuando hay incendios, recibimos insultos", señala el especialista. Así mismo, manifiesta que pocos llegan a ver el esfuerzo de sus compañeros, lo cual les hace sentir impotentes ante los reclamos.
Para aclarar el trabajo efectuado por los brigadistas, provenientes de más de ocho instituciones de los tres órdenes de gobierno, como la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y Comisión Forestal del Estado de Michoacán (Cofom). El director de esta última, Gustavo Sánchez Valle, expone que aunque el estado ocupó el tercer lugar en número de incendios, también se ubica en el séptimo de afectaciones.
Es decir, la institución presume la pronta reacción de los 1, 200 brigadistas que salieron de varias dependencias, por lo que este periodo contó con 114 grupos, a quienes capacitan año con año. De estos, Cofom organizó a 540 combatientes, divididos en 54 brigadas, mas en ocasiones no se es suficiente.
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Además de la capacitación, se les entregó herramientas, vestuario, tres aeronaves, una de gobierno estatal y dos de la Guardia Nacional, permitiendo trabajar en conjunto para hacerle frente al fuego desde tierra y aire. Logrando que solo se presentaran daños en alrededor de 30 mil hectáreas, siendo un número menor, comparado con la media nacional de 170 mil, según las cifras del dirigente.
Para ambos, Michoacán presentó la mayor eficiencia en control, gracias al trabajo coordinado, a pesar de estar detrás del Estado y Ciudad de México en número de incendios. Situación que llama la atención, ya que en su mayoría se dan en zonas urbanas y no forestales, por lo que Morelia se posicionó como la más afectada de la entidad.
Esto se debe en su mayoría a la presión de cambios de uso de suelo, por la expansión de la mancha urbana. "El lado del Quinceo se está lotificando, aquí (en) los alrededores del Punhuato hay muchos incendios", especifica Saúl Sáenz. Agregando que en realidad el área forestal de la capital michoacana es la menos dañada, pues se trata más de pastizales y arbustos, con lo que se logró actuar rápidamente.
Situación similar que vivió Uruapan, debido a que ambas ciudades presentan vías accesibles, pero no fue el caso de Coalcomán, Ciudad Hidalgo, Tumbiscatío y Aguililla; su infraestructura dificulta el arribo de los brigadistas, sin olvidar las complicaciones sociales que se dan en los municipios.
En porcentajes, según datos de la Cofom, "al rededor de 51% de los incendios se asocian a actividades ilícitas, como cambio de uso de suelo" para establecer huertas, pastizales, desarrollos habitacionales. Con lo que es necesario repensar las políticas públicas para que haya mejores oportunidades y manejo sobre la rentabilidad de los bosques.
De igual manera, Sánchez cree que es importante capacitar a los dueños de bosques y los agricultores para que tenga mayor manejo del fuego, tomando en cuenta que es parte de su cultura. Simpatizando la necesidad de aumentarles el recurso para que dispongan de brigadistas personales y la preparación adecuada; es mejor generar la cultura de la prevención y no solo de reacción ante los siniestros.
Adicionalmente, el director de la Cofom remarca la necesidad de que los brigadistas forestales cuenten con mayores beneficios económicos y la importancia de la distinción social por esta faena. "En la medida en la que la persona, en cualquier actividad, es reconocida por su trabajo, realiza este con mayor entusiasmo y energía. Se siente motivado a mejorar constantemente", menciona.
En lo que respecta al brigadista Saúl, expone que la capacitación de sus iguales es sumamente importante, pidiendo a la gente que no se arriesgue intentado apagar un incendio, pues sí los atienden todos, gracias a la coordinación y entrenamiento que se da entre las diversas dependencias.
Afortunadamente, para quienes se miden al fuego, su lucha comienza a ser documentada en redes sociales, donde tienen la oportunidad de compartir su labor, la magnitud de un incendio y logran explicar el porqué suceden, pero también esperan que se entienda el cómo evitarlos para no generar más daño al ecosistema.
