A un año de la muerte de Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, fundadora y exdirectora del albergue “La Gran Familia” del municipio de Zamora, Michoacán, los sobrevivientes luchan porque la sociedad deje de identificarlos como “los hijos de Mamá Rosa”, y por dejar atrás ese episodio de sus vidas.
De las 536 personas que fueron rescatadas del orfanato el 15 de julio de 2014, 87 se quedaron en Michoacán y sólo 14 niños y niñas y dos adultos permanecen en casas hogar del sistema DIF estatal.
De acuerdo con Sandra Gabriela Perrusquia Carrera, directora de Asistencia e Integración Social del sistema DIF estatal, “hay un seguimiento puntual de todas las personas que estuvieron en esta condición. A cinco años de distancia todavía se encuentran en una transición de adaptación a la sociedad y luchan día a día por olvidar y reintegrarse a la sociedad”.
Alguno han optado por irse lejos, fuera del estado e incluso del país, otros han salido de los albergues y con la mayoría de edad cumplida han decidido que quieren permanecer juntos, con la única familia que conocieron y que decidieron conservar, unidos indisolublemente por esa tragedia.
El Sol de Morelia platicó por teléfono con Andrea Verduzco (nombre ficticio que pide adoptar para no ser identificada).
Ella salió de un albergue para niñas del DIF hace dos años y decidió reunir a los que fueran saliendo de los albergues y quisieran vivir con ella.
Hoy conforman una familia unida de siete personas, que dice Andrea podría crecer incluso al doble, “sí es que tres muchachos más (dos hombres y una mujer) vienen a vivir con nosotros ahora que salgan”.
Una vez que están fuera de los albergues, “salen capacitados con un oficio para integrarse a la vida laboral y si podemos los ayudamos incluso a colocar en algún empleo formal; les conseguimos casa e incluso les ayudamos a hacer trámites bancarios o de cualquier tipo para que puedan salir adelante”, enfatiza Gabriela Perrusquia.
Rosa del Carmen Verduzco Verduzco murió el pasado 3 de junio en un hospital privado, a causa de complicaciones cardiacas en la Ciudad de México, a los 84 años de edad.
Su funeral fue un evento concurrido que se llevó a cabo en la ciudad de Zamora, donde sus familiares cercanos decidieron que se convirtiera en un evento abierto “para que sus hijos se despidan de ella”.
Cuatro años antes, había sido detenida junto con cinco personas más acusada de diversos delitos federales entre los que se contaron trata de personas, violación, maltrato físico y sicológico, secuestro y mendicidad forzada ejercida en contra de niños, niñas y adultos.
La entonces Procuraduría General de la República decidió actuar luego de cientos de denuncias presentadas a lo largo de los años en contra de Rosa Verduzco, quien sin embargo nunca pisó la cárcel por ser inimputable por su edad y condición física.
Rosa Verduzco Verduzco fue una mujer que siempre dividió opiniones, porque mientras muchos dieron cuentan ante los medios de comunicación de los horrores a los que eran sometidos en el albergue de “La Gran Familia”, otros aún le agradecen con fervor el haberlos acogido durante muchos años.
En su momento incluso el expresidente Vicente Fox Quesada y su esposa Martha Sahagún, hasta el escritor e historiador Enrique Krauze, defendieron “la labor altruista y noble” que dijeron realizaba Mamá Rosa, y destinaban millonarios fondos para la causa que nunca se vieron reflejados en mejoras, ni calidad de vida para los internos.
A un año de la muerte de esta polémica mujer, en su ciudad natal, Zamora, la recuerdan cientos de personas de todos los círculos y le hacen homenajes y homilías en su nombre para “conmemorar legado”, de esta mujer tan polémica como amada.