Zamora, Michoacán.- Cerca del centro de esta ciudad, reconocida por sus mundialmente famosos dulces, se encuentra la fábrica de Dulcerías Esperanza, un negocio familiar que desde 1945 ha endulzado la vida de los zamoranos. Un grupo de periodistas tuvimos la oportunidad de recorrer sus instalaciones y conocer de cerca el proceso detrás de uno de los antojitos más emblemáticos de la ciudad, los chongos zamoranos.
Guiados por uno de los miembros de la familia fundadora, descubrimos el extraordinario proceso de fabricación de esta delicia. “Los chongos son un queso hecho dulce, elaborado a base de leche cuajada. La diferencia con el queso radica en que aquí no se rompe la cuajada completamente; se deja reposar para formar una masa que, junto con canela y azúcar, se cuece lentamente hasta obtener su característico sabor y textura”, explicó nuestro guía.
El proceso comienza en ollas giratorias conocidas como “globos”, donde se prepara la base de la leche cuajada. A fuego lento, la mezcla debe hervir con cuidado, ya que a temperaturas altas podría desbordarse. Este ritmo pausado permite que de más de 350 litros de leche se obtengan 90 litros de chongos, en un rango de 10 a 12 horas de preparación.
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Además de los chongos, Dulcerías Esperanza produce más de 40 variedades de dulces, como jamoncillos, flanes y dulces de coco, entre otros. En esta se fabrican sus propios sabores frutales, como lo son el higo, limón, naranja o piña.
El negocio, que ha pasado de generación en generación, cuenta con 15 integrantes de la familia trabajando en la fabricación de los dulces. “Nuestra historia comenzó mucho antes de 1945, mi abuelo aprendió a fabricar dulces de maestros españoles que compartieron su conocimiento con él”, comentó el guía con orgullo.
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El precio de los chongos refleja la calidad con la que están elaborados: un vaso cuesta desde 40 pesos, mientras que el kilo se ofrece en 160 pesos. Otros dulces, como los de fruta o leche, tienen precios accesibles que comienzan en 23 pesos.
La visita no solo permitió conocer el proceso de elaboración, sino también un poco de la historia del legado familiar de uno de los fabricantes más grandes de los chongos zamoranos.
