Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Opciones no faltaron en Morelia para celebrar a las infancias en este Día de la Niñez.
Por una parte estaban las actividades organizadas por el DIF Morelia en el centro histórico, un festival llamado Cirkua que incluía desde elaborar pinturas en un área instalada junto al kiosko de Plaza de Armas, hasta mirar la pericia con que un malabarista utilizaba la cuerda y objetos giratorios en la cerrada de San Agustín. Interés no faltaba en él y otros artistas, pero el sol no cedió: la gente se arremolinaba para mirar un par de minutos y luego se retiraban espantados por el calor.
Pero ni el malabarista ni los zanqueros que también rondaban la zona mostraron desánimo, como tampoco los niños o niñas que tomaron alguna combi roja -junto con sus adultos- para ir a una meta clara, los juegos y área infantil del Festival Michoacán de Origen. Eso sí, debieron ser muy estoicos para aguantar el calor titánico y un tráfico por demás pesado en la calle Aldama.
Pero luego de sortear esa experiencia, los visitantes en el FMO encontraban acceso no sólo a la rueda de la fortuna o el carrusel, sino también a una ciudad infantil llamada Sapichu. Dentro hay desde módulos de promoción turística que sirven para selfies, hasta cosas más interactivas, como las que colocó el Sistema Michoacano de Radio y Televisión (SMRTV) o el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI).
De este último, Lisette Escalera le explicó a este medio que colocaron un área con lentes de realidad virtual y en otro stand pusieron dos talleres, uno de electricidad y otro de animaciones de Moire. A juzgar por la atención que les prestaban niñas y niños, tuvieron el suficiente tino.
Esto es sólo una parte de las actividades programadas en el FMO, las cuales lograron atraer tumultos de gente para celebrar a sus niños y a sí mismos este domingo. Quizá por esto es que hubo quienes optaron por algo menos ruidoso y prefirieron armar un día de campo en el bosque Cuauhtémoc.
Entre los árboles había grupos de familias acomodadas, ya fuera con una manta y un toldo plegable para protegerse del sol o sentados directamente sobre el césped a la sombra natural de los árboles. Por supuesto, había niños jugando a la pelota y pequeños disfrazados con algún personaje de la cultura popular, como Elsa de Frozen o Blancanieves.
Este medio pudo constatar que a esa zona arbolada comenzó a llegar la gente desde las 10 de la mañana en grupos pequeños y principalmente al área de juegos mecánicos, mientras que al filo de las 5 de la tarde la concurrencia era bastante más nutrida.
Donde también había concurrecia fue en la Fiesta del Libro y la Rosa Morelia, un encuentro que este año fue realizado en la Calzada de San Diego en los tres días finales de abril, la cual dedicó su programa del 30 de abril a las infancias. Por eso es que el cuentacuentos Julio de la Calle dio una función de una hora de relatos, apoyado con marionetas, gestualidad y voces.