Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Para Emiliano García se trata de su octavo intento y probablemente también el último. Al conversar con El Sol de Morelia, reconoce que desde hace 10 años comenzó a descuidar su salud, lo que derivó en un sobrepeso considerable que ha intentado combatir a través del ejercicio en diferentes ocasiones.
“Tomé conciencia de que es el último llamado para cuidar mi cuerpo”, expresa al detallar los motivos que lo llevaron a inscribirse a un gimnasio. A sus casi 40 años, dice que no se trata de un simple propósito como los que se hacen cuando las personas se encuentran celebrando el inicio de un nuevo año.
“Ha sido difícil cambiar hábitos de alimentación y ser constante en el ejercicio, pero al mes comencé a ver diferencias tanto físicas como de energía y eso me agradó, pues noté que ya dormía mejor y que al despertar tenía más ánimo de hacer las cosas”, expresó.
Es de esta manera que paulatinamente ha comenzado a ganar la batalla del sedentarismo, pues argumenta que ahora se siente raro cuando no acude a cumplir con sus rutinas físicas, ya que enfatiza que los cambios también se perciben en la autoestima que se incrementa gracias al deporte.
“Incluso para hacer actividades con mi hijo me ha servido, por esto mismo de la energía que llegas a tener, o por ejemplo para comer o beber un día a la semana con mayor libertad, ya que lo puedes hacer sin sentir tanta culpa”, comentó.
El presidente de la Asociación de Gimnasios y Espacios Deportivos de Michoacán, Ricardo García Villa explica que es precisamente el rubro que supera los 35 años donde ha encontrado un nuevo nicho de oportunidad.
Si bien aclaró que la población juvenil sigue siendo la que más se hace presente en los gimnasios, destaca que, a raíz de la pandemia, los adultos antes mencionados han comenzado a generar un interés por acercarse a realizar una actividad física.
“Se trata de un sector que se ha estado mostrando constante, regularmente acuden muy temprano o en la noche y a diferencia de los más chicos que dependen económicamente de su familia, se muestran más solventes en este aspecto”.
Otra de las diferencias que ha identificado con los adultos, es que han llegado con necesidades muy marcadas y que son consecuencia de la pandemia; es decir, son el grupo que más sufrió de estrés y el encierro al que la sociedad estuvo sujeta.
En este sentido, precisa que antes del 2020 en su gimnasio, de nombre Rick Kick Boxing, el enfoque estaba más orientado a la competencia con torneos estatales y nacional, pero ahora el giro ha cambiado radicalmente, pues en este momento lo que más atiende son cuestiones de sobrepeso, ansiedad, depresión, falta de autoestima, entre otros problemas emocionales.
Por otra parte, en lo que respecta a los propósitos de año nuevo, compartió que en el mes de enero la afluencia de usuarios se llega a incrementar hasta en un 40 por ciento, pero lamentó que no todos concluyen el proceso anual de mantenerse activos.
Con una asociación conformada por 45 gimnasios de distintos puntos del estado, Ricardo García señala que la experiencia de manera general es que al arrancar un año el crecimiento es positivo a comparación de cómo se cierra en diciembre, pero la constancia sigue siendo muy poca.
“El porcentaje de gente que se queda inscrita en los gimnasios es muy bajo, incluso para los grandes negocios, en los cuales se podría pensar en que son modelos de éxito económico, pero solamente esto se proyecta en el aspecto de promociones, pues es muy raro que la gente que se inscribe a inicio del año termine concluyendo su ciclo”, explicó.
Además de la cuestión de la publicidad, el presidente refirió que en su caso ha buscado implementar estrategias para mantener motivados a los usuarios, tales como son las tablas de medición de objetivos, verificación de avances palpables y sobre todo mantener un contacto cercano con los alumnos, con la finalidad de que perciban que existe un acompañamiento durante sus procesos.