Buenavista, Michoacán. (OEM-Infomex). El alcalde de Buenavista, Sergio Báez Torres, aceptó en entrevista que las extorsiones a comerciantes en ese municipio de la Tierra Caliente son generalizadas y se extienden a todas sus localidades, por lo que su erradicación es una tarea pendiente.
Admitió que el cobro de piso “es un fenómeno que lo tenemos en todas las comunidades, es la otra parte que se tiene que atender, porque la primera era la recuperación del territorio”. En ese sentido, señaló que los grupos del crimen organizado sí tienen presencia, pero “ya no los ves con la libertad que tenían antes. Tal vez se muevan en la noche o cuando no hay vigilancia policial, pero el territorio ya lo hemos recuperado”.
De acuerdo a diferentes testimonios, en La Ruana los cárteles del narcotráfico cobran cuota a todo aquel que tenga una actividad económica, sin importar si es un pequeño comerciante. Ante esa situación, Báez Torres ya plantea un mercado itinerante que acuda a todas las comunidades, con el propósito de adquirir productos a precios justos. Sin embargo, señala que hay quienes no quieren ser parte del proyecto por temor a más represalias.
Sin policías el día que mataron a Hipólito
Sobre el crimen de Hipólito Mora y sus tres escoltas, el presidente aceptó que ese día La Ruana se quedó sin elementos de seguridad municipales y estatales, toda vez que atendían otra zona que también es considerada foco rojo. “Se dio una coyuntura muy especial, porque los grupos del crimen ahí están, están actuando. Teníamos una contingencia en la frontera de Buenavista y Apatzingán, una confrontación entre dos grupos que atendió el personal de seguridad, por eso se habla de que no había elementos”.
Actualmente Buenavista cuenta con 70 policías, de los cuales sólo 30 están certificados, lo que impidió que este año accediera al programa del Fortapaz, diseñado para fortalecer a las policías municipales. Cuentan además con seis patrullas para vigilar todo el municipio, que se compone de más de 45 mil habitantes distribuidos en 104 localidades.
Además de La Ruana, hay comunidades como Los Charcos que viven bajo el fuego cruzado de los cárteles, tanto que los agricultores ya no pueden salir a trabajar en sus tierras, lamenta el presidente, quien asegura no temer por su seguridad y dice que no está armado ni cuenta con un aparatoso grupo de escoltas.
Finalmente, señala que con Hipólito Mora tenía “una relación de respeto”, aunque con otra forma de entender el fenómeno de la violencia, pues “él era partidario de la confrontación directa”.