A partir del 31 de enero comenzará el peregrinar de católicos y visitantes hacia la tenencia de Santiago Acahuato para agradecer los favores recibidos a la Virgen de la Candelaria, una de las imágenes más veneradas en Michoacán.
Esta tradición religiosa data desde hace 450 años. El templo viejo fue creado en el año de 1535 en los tiempos de Carlos V y el nuevo fue construido en cantera. Desde arriba, en el cerro, se observa el valle de esta región destacada por su clima y vocación agropecuaria.
A esta comunidad de Apatzingán se estima una afluencia de hasta 50 mil personas desde el último día de enero hasta el 2 de febrero próximo, quienes arribarán al Santuario de la Virgen caminando o en vehículo.
Actualmente existen dos vías: carretera y camino empedrado (el tradicional), el trayecto es de 13 y ocho kilómetros, respectivamente, partiendo de la plaza principal de Apatzingán.
Ante los medios de comunicación, Juan Romero Gil, regidor; José Francisco Montelongo Pedraza, director de Ferias, y Jaime Álvarez Meza, jefe de Tenencia, invitaron a formar parte de esta tradición a los michoacanos radicados dentro y fuera del Estado, así como a connacionales radicados en otros países.
De acuerdo con los testimonios, la devoción a la Virgen surgió porque una niña decía ver y platicar con una mujer junto al árbol de “Hkuanita”, mas nadie podía apreciarla. Fue hasta que llevó a su padre y en un hueco del árbol pudieron apreciar la imagen religiosa.
En esta comunidad los visitantes podrán degustar de platillos como morisqueta, chavindecas, aporreadillo y uchepos. Además de mamey, jicamas, limas y café.
Como recuerdo podrán adquirir las tradicionales mulitas e imágenes de la Virgen de la Candelaria. (F)