Uno de los principales problemas que enfrentamos los ciudadanos son los llamados gastos hormiga, que pueden definirse como las pequeñas cantidades de dinero que se gastan todos los días en productos como botanas, café o refrescos.
Por ello, establecer un plan para terminar con este tipo de gastos podría significar una gran solución para las finanzas personales, ya que el ahorro que se podría alcanzar sería similar a los 50 mil pesos al año.
Los gastos hormiga son aquellos que se destinan al consumo de productos más por gusto que por una necesidad, por eso en muchas ocasiones suelen ser difíciles de detectar, ya que en el repaso del día se podría olvidar esas papas, refrescos, paletas o más que fueron comprados y que no se consideró como un gran gasto.
Aunque parezca algo pequeño, este tipo de gastos suelen representar una gran fuga dentro de la economía de las personas, por lo que no tomarlos en cuenta puede traer graves consecuencias.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), los gastos más comunes de este tipo son el jugo de la mañana, frituras, propinas, cigarros, golosinas, café, revista semanal o en el pago de taxis.
Para que te dure más la quincena aquí te damos seis consejos.
1
Preparar comidas en casa, no gastar en cafés o refrescos: Muchas personas, sin darse cuenta, invierten una gran parte de su salario en comidas fuera de casa. Comer en casa es saludable y una manera de ahorrar, al igual que preparar y/o llevar comida o café en un termo al trabajo.
2
Pensar al comprar: Generalmente nos cuesta discernir entre lo que necesitamos y lo que queremos; las compras por impulso son aquellas que ejecutamos de forma espontánea sin premeditar. Es necesario que al acudir al supermercado o tienda pensemos bien antes de comprar y preguntarnos si el artículo o artículos deseados realmente valen la pena. Esto generará un ahorro significativo en nuestros bolsillos.
3
Limitar uso de tarjetas de crédito: La mayoría de tarjetas de crédito permiten el pago a plazos, aunque con intereses por lo general elevados. Si decidimos aplazar todas las compras por defecto, acabaremos pagando más intereses. Por ello es importante usar las tarjetas de crédito solo cuando sea estrictamente necesario.
4
Hacer un presupuesto personal: De esa forma se tendrá un mejor control del dinero. Con un presupuesto personal será posible saber cuánto dinero ingresa, cuánto se requiere gastar y cuánto se puede ahorrar.
5
Fijar un monto de ahorro mensual: Usualmente se recomienda que sea al menos un 10 por ciento, pero puede ser mucho más. Una vez que se elabore un presupuesto personal se podrá determinar cuál es la cantidad adecuada.
6
La tradicional alcancía: Una forma de ahorrar es meter en alcancías el resto de dinero que queda después de hacer las compras en la tienda. Una vez en casa se ponen todas las monedas en la alcancía. Cuando se acumula un poco de dinero, es tiempo de mover el ahorro a una cuenta de ahorros. Otro método es meter en la alcancía el cambio que tengas en tus bolsillos al final del día.