Morelia, Michoacán.- Debido al mal uso que se ha hecho del predio de San Juan Huitzontla, perteneciente al municipio de Chinicuila por parte del gobierno de Michoacán desde 1960 para la explotación de los árboles y la cría de ganado, los habitantes de la comunidad Nahua iniciaron esta semana una toma indefinida en protesta por la explotación que se inició en el cementerio ancestral para la venta del “balasto”.
En rueda de prensa en un conocido lugar en el Centro de Morelia, el representante de la Mesa Directiva de la comunidad Nahua, Salvador Torres Barreto, denunció a los medios de comunicación la problemática que existe en dicha comunidad indígena que escaló en estas últimas semanas cuando los habitantes se percataron que funcionarios del Centro Estatal De Fomento Ganadero (CEFOGA) de Michoacán, comenzaron a vender el “balasto” que están extrayendo de los tumultos fúnebres ancestrales de los habitantes.
Si bien, dijo que este predio con una superficie de 445 hectáreas está siendo ocupado por autoridades estatales desde 1960 a causa de que un particular le vendió al gobierno del estado el título de propiedad que le correspondía a los comuneros, el representante explicó que el origen del título de dominio pleno que data desde 1871, el cual es un documento virreinal que está en el Archivo General en la Ciudad de México con el que se comprueba que es un territorio indígena que no puede ser explotado por autoridades externas.
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Según lo externado por el representante de la Mesa Directiva de San Juan Huitzontla, perteneciente al municipio de Chinicuila, desde entonces el gobierno estatal a través de CEFOGA y la Secretaría de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural han hecho un mal uso del predio Nahua para hacer cambio de uso de suelo, el desmonte de maderas finas como el cedro rojo o las “parotas”, pero también para la siembra de pastizales a fin de incrementar la superficie y aprovecharla para la cría de ganado, que se desconoce hacia donde es su destino.
Torres Barreto, expuso que la solicitud que ya se hizo al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla es que el Ejecutivo entregue la posesión material del predio a través de la Procuraduría Agraria, pero también la indemnización a los comuneros que están afectados por irrumpir los tumultos de sus ancestros a fin de utilizar el “balasto” para beneficio personal, pues dijo que esta tierra no está beneficiando a ninguna de las comunidades indígenas de este municipio.
“Es muy grande la propiedad, pero aquí tenemos las gráficas de como han venido ellos agrediendo el medio ambiente para efecto de desmontar y sembrar pastizales, esto ya generó la molestia de la comunidad, pues se metieron con lo más sagrado que tienen que son las tumbas de sus ancestros”, comentó el representante de la comunidad indígena.
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Por ello, manifestó que alrededor de 70 habitantes de la comunidad decidieron en esta semana tomar el predio y manifestarse de manera pacífica para presionar al gobierno de Michoacán a fin de que obtengan una solución, pero sobre todo el regreso del territorio que fue despojado por el Ejecutivo, de lo contrario, advirtió que estarán acudiendo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El representante legal, refirió que las autoridades y los funcionarios de esta dependencias han violado los usos y costumbres, así como las garantías individuales de la comunidad Nahua, por ello, reiteró el llamado a Ramírez Bedolla para que en congruencia con su discurso de apoyo a los pueblos originarios recupere el bosque sagrado que es un espacio de descanso de sus ancestros, y que históricamente les desplazaron de manera forzada.
