Morelia, Michoacán (OEM - Infomex).- Luego de que se diera a conocer la muerte de la originaria de Michoacán, soldado del ejército estadounidense de 21 años, Ana Fernanda Basaldua Ruiz, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos emitió un posicionamiento para que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) investigue el caso.
En una transmisión en vivo realizada en su página los integrantes de LULAC se posicionaron sobre la muerte de la soldado, originaria de Tacámbaro, que denunció en varias ocasiones sufrir de acoso sexual por parte del ejercito del que formó parte los últimos 15 meses.
Durante el posicionamiento, se recordó la muerte Vanessa Guillén, otra joven latina perteneciente al ejército que murió en el mes de abril de 2020 en el estacionamiento del cuartel de Fort Hood, Texas, y por quien también se exige justicia para que el crimen no quede impune.
“Queremos expresar nuestro pésame profundo y el dolor que sentimos por esta joven, Ana Fernanda Bazaldua Ruiz. Ya basta que estemos aquí otra vez defendiendo la memoria de esta joven de 21 años de edad.” Expresó, David Cruz, director de comunicaciones nacional LULAC
Asimismo, en voz de Cruz, consideró como un acto criminal el acoso sexual realizado por cualquier miembro de las fuerzas militares de Estados Unidos, y condenó que el ejercito estadounidense desestimaran las acusaciones, por lo que, mencionó que exigen al FBI que se realice una investigación que pueda esclarecer los hechos.
“Oficiales del ejército dijeron que no se ha cometido un delito criminal (...) Queremos que la investigación se lleve a cabo, es un acto criminal el acoso sexual de cualquier miembro de las fuerzas militares de este país.”
La soldado Basaldua, de Tacámbaro, Michoacán, y naturalizada estadounidense iba a cumplir tres años con el Ejército y había reportado a sus padres que era víctima de acoso sexual. Tal que se hizo recordar sobre el caso de Guillén, otra soldado que murió en el mismo recinto, asesinada por un compañero que sacó su cuerpo y lo descuartizó antes de enterrarla en algún lugar.
El presunto asesino, Aaron Robison, de 20 años, se quitó la vida cuando la Policía se disponía a interrogarlo luego que aparecieran los restos humanos de Guillén, a casi dos meses de su desaparición, y también la pareja de éste, Cecily Ann Aguilar fue acusada de complicidad por ayudar a esconder los restos cerca del río León, en Killen, Texas.