Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Además de prohibir la instalación y operación de locales o espacios en la vía pública, ya sean semifijos o ambulantes que se dediquen a tatuar, la diputada del Partido del Trabajo (PT), Mayela Salas Saenz, también busca con una iniciativa de ley que los menores de 18 años tengan prohibido tatuarse o perforarse cuando no esté la presencia del padre o del tutor.
Esta propuesta de ley fue apenas presentada ante el pleno del Congreso y será analizada en Comisiones para su posible dictaminación, sin embargo, la legisladora petista puso sobre la mesa del Legislativo, el supuesto aumento de locales o puestos ambulantes donde se realizan tanto tatuajes o perforaciones con pocas o nulas medidas sanitarias y con un precio menor a los que se realizan en los espacios con permisos y avalados por la autoridad de salud.
Salas Sáenz, explicó que no hay datos específicos de cuántas personas son profesionistas de la industria del tatuaje, ya que tampoco existe un registro nacional sobre los establecimientos que se dedican a este oficio en el país. Sin embargo, dijo que en el 2002 se estimó a cerca de mil profesionales del tatuaje y en 2019, la cifra aumentó a seis mil, de acuerdo con Organizaciones de Tatuadores en México.
La diputada local por el municipio de Uruapan, propuso ante el Congreso la reforma al artículo 142 de la Ley de Salud del Estado de Michoacán para que no sólo se establezca que los tatuajes, la aplicación de aditamentos, prótesis permanentes o removibles, puedan ser realizados por personal calificado o certificado, sino que esté prohibido el ejercicio de estos servicios en locales o espacios en la vía pública, ya sean semifijos o “ambulantes”, de lo contrario, la autoridad sanitaria establecerá en conjunto con los ayuntamientos operativos para inhibir la instalación y operación de los mismos, así como las sanciones correspondientes.
De igual manera, se establece en la propuesta de ley, que estará prohibido realizar tatuajes, micro pigmentaciones y perforaciones a personas menores de 18 años de edad cuando no estén acompañados por sus padres o un tutor, así como aquellas que no se encuentren en pleno goce de sus facultades mentales o bien se encuentren bajo el influjo del alcohol o sustancias psicotrópicas.
La omisión de este mandato, señaló Salas Sáenz, se sancionará conforme a lo establecido en la Ley General de Salud y causará de manera inmediata la suspensión definitiva de la autorización sanitaria del local donde se cometió la falta.