El Domingo de Ramos es el comienzo solemne de la Semana Santa para la comunidad católica en el Santuario Guadalupano. Esta festividad conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde multitudes lo recibieron con palmas en alto, un evento que ahora se recuerda con la bendición de las palmas en las iglesias.
En el Santuario Guadalupano de Zamora se llevó a cabo la misa de Domingo de Ramos encabezada por las autoridades eclesiásticas, una ceremonia cargada de significado para los fieles zamoranos.
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La jornada inició con una procesión previa en afuera del recinto, sobre la avenida 5 de Mayo, continuó a un costado del Santuario, donde se bendijeron las palmas, símbolo de paz y esperanza para el culto católico.
El arzobispo ha señalado que la Semana Santa es un periodo de profunda reflexión para los católicos, que culmina con la celebración de la Pascua.
Durante estos días se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo a través de distintas liturgias y tradiciones.
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Los fieles que asisten al Santuario Guadalupano de Zamora destacan la importancia de esta celebración, subrayando la relevancia de renovar la fe.
En este sentido, la ciudad se prepara en esta Semana Santa con una serie de actividades litúrgicas y devocionales, como es la ya icónica Procesión del Silencio que se realizará el viernes 29 de marzo.