Morelia, Mich. (OEM Infomex). – “El coronavirus ha sido doblemente cruel con las mujeres, si no te mueres de la enfermedad te vuelves loca o te mueres por la violencia doméstica”, cuenta María, quien ha reservado su nombre completo por cuestiones de seguridad patrimonial, pero quien por 50 años sufrió violencia por parte de su pareja, ahora tiene 70 años de edad.
No sabía que eso era violencia; antes las mujeres teníamos que aguantarnos porque nos educaron a vivir hasta que la muerte nos separe; mi madre me regresó dos veces con mi marido porque decía que era “mi cruz” y que tenía que cargarla
El caso de María se multiplica por cada una de las mujeres que han sufrido violencia de género, fenómeno que ha incrementado en un 60 por ciento tras el confinamiento a causa de la emergencia de salud, según los cálculos de las instancias locales dedicadas a la protección de la mujer.
La titular del Instituto de la Mujer Moreliana (IMM), María Concepción Torres Zavala, dijo que en la contingencia de Covid-19 ha recibido 113 llamadas telefónicas, de las cuales 59 fueron terapias de psicológicas y otras 59 fueron asesorías jurídicas que recibieron las abogadas de la institución.
En el 2019, este instituto atendió 7 mil 49 mujeres, lo que se traduce en 17 mil 96 atenciones otorgadas, en temas psicológicos, médicos y legales. En lo que va del año se registran mil 427 personas con 3 mil 169 acciones en materia jurídica, psicológica o médica.
En el caso de María, a ella le daba pena pedir ayuda, creía que por contar su testimonio sería objeto de burlas o críticas, por eso prefirió callarse y vivir en la ignorancia, creyendo que su forma de vida era similar a las de otras mujeres y que solo exageraba porque sus expectativas de felicidad eran grandes.
María es 14 años menor que su esposo, lo conoció cuando tenía 14 de edad, sin embargo, fue hasta los 17 que se casó, después de dos años de noviazgo, en el cual, nunca imaginó que las constantes prohibiciones, críticas de sus amistades y consejos de vestimenta eran indicios de maltratos más fuertes y focos amarillos que anunciaban un matrimonio lleno de represión.
Su esposo era abogado de profesión y María estudió sólo la primaria; siempre se sintió menos porque su marido ocupó puestos importantes en el Gobierno del Estado y en la política de México, mientras que María se dedicó al trabajo del hogar.
“Él me limitaba y no me dejaba estudiar, no quería que trabajara y tampoco me permitía tener dinero”, mencionó María para explicar que su confusión de violencia era grande, pues nunca se consideró agredida porque su esposo le proveía de lujos para su casa y porque nunca la golpeó.
En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) censo 2017 arrojó que el 60 por ciento de las mujeres (casadas o en unión libre) fueron agredidas de diferentes formas, de las cuales 15.7 por ciento reconoció haber sido abusada sexualmente por su pareja o esposo, mientras que el 60 por ciento de los casos manifestó haber sido tratada con violencia severa.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) reveló que las agresiones más experimentadas por las mujeres son de carácter emocional, ello indica que el 40.1 por ciento han vivido -al menos una vez a lo largo de su relación- insultos, amenazas, humillaciones y ofensas de tipo psicológico o emocional, seguido del económico y chantajes.
A María, el esposo la tenía sometida con descalificaciones en su persona, celos constantes, intimidación, limitación de dinero en efectivo, críticas en la forma de vestir, aislamiento del entorno social, infidelidades e insultos verbales.
La situación emocional de María mermó su salud después de tener a su segundo hijo, nunca supo que por más de 40 años atravesó cuadros de depresión, ansiedad y estrés que la debilitaron en el sistema inmunológico, pues siempre le dolía alguna parte de su cuerpo o estaba enferma constantemente.
Según María, los momentos más tranquilos del día eran cuando su esposo se iba a trabajar, por eso compadeció a las mujeres que en esta contingencia tienen que estar encerradas las 24 horas del día y los siete días de la semana con sus agresores.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reporta que, entre enero y marzo, la línea de emergencia recibió 67 mil denuncias relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer, 57 mil 900 específicamente por violencia de pareja y 170 mil por violencia familiar.
El hogar no siempre es seguro, durante estos primeros meses la dependencia federal registró 244 feminicidios en México, siendo el municipio de Morelia el número 15 con más presuntos delitos de feminicidio, registrados tres en el 2020, lo que representa el .70 por ciento de cada 100 mil mujeres. En el municipio hay una población de mujeres de 427 mil 671.
ONU Mujeres México recientemente publicó que, con la pandemia, mujeres que habían tomado la decisión de separarse de sus parejas porque eran víctimas de violencia y habían logrado buscar alojamiento se han retractado por no tener estabilidad económica, ya que para salirse del hogar las mujeres requieren garantías económicas para sobrevivir, por eso la importancia del trabajo de los refugios temporales.
La primera semana de mayo, la mitad de los 69 espacios de atención y protección que hacen parte de la Red Nacional de Refugios (RNR) estaban al 100 por ciento de su capacidad y la otra mitad estaban al 80 por ciento.
En Morelia, el efecto más reciente de la contingencia fue cuando el Instituto ayudó a una mujer a huir del estado con dos hijos tras la convivencia diaria con su pareja, quien ejercía sobre ella sufrimiento psicológico.