Morelia, Michoacán.-Ser el mejor y ganar muchas medallas para México siempre ha sido el sueño de Isaac Antonio Palma Olivares, pero su salud mental le jugó una mala pasada hace tres años, cuando el marchista jugaba en los Juegos Olímpicos de Tokio en el 2020.
Cansado se retiraba la de carrera que lo mantenía en la mira de todo el país, ya que el oriundo en Zitácuaro era el cuarto michoacano en competir en dichos juegos.
Sin embargo, la fatiga, el dolor y la frustración fueron los elementos que se unieron para que Palma Olivares se rindiera a unos metros de la línea final, lo que derivó en fuertes críticas hacía su persona, cuestionando el por qué había dejado meses e incluso años de preparación, la respuesta era más compleja de lo que muchos pensaron: problemas personales.
La coordinadora del área de psicología de la Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte (Cecufid) y maestra en psicología del deporte, Génesis Estrada Jungo indicó que poco a poco se ha comenzado a hablar de estos temas en el deporte, sin embargo, el camino aún es muy largo de recorrer.
Aunque advierte que cada caso es diferente, los síntomas más comunes en atletas de alto rendimiento son la depresión y la ansiedad, causas que han orillado a muchos atletas a abandonar sus sueños.
Me han tocado varios casos en donde las primeras detonantes de que algo no anda bien es que comienzan a presentar temas de depresión y ansiedad, por no ser lo que los demás esperan o no conseguir los triunfos que se han impuesto desde que iniciaron sus prácticas en sus respectivas áreas, comenta.
De acuerdo con datos proporcionados por la dependencia encargada del deporte en Michoacán, al mes se reciben alrededor de 100 atletas para ser evaluados y de esta manera lograr que puedan continuar con sus entrenamientos con una salud emocional estable.
Alternativas y expectativas
Para atender a un paciente con alguno de los padecimientos antes mencionados, los especialistas en la psicología deportiva señalan que existen varias maneras, sin embargo, la meditación y otras alternativas como el yoga son parte de las respuestas para éstos.
Para la especialista existen varios “focos rojos” que son factores para tomar en cuenta, el primero y el más importante es ser un atleta de alto rendimiento, además del desempeño en los entrenamientos, además de un ascenso rápido en sus áreas, entre otras.
En este punto, el marchista concuerda totalmente con Estrada Jungo, ya que refiere que la presión se vuelve cada más grande, ya que “todos esperan algo de ti, esperan que seas un ejemplo para cientos de chicos y chicas que te ven crecer”.
Caí en depresión por no poder competir como yo quería, no luchar como lo pretendía y no conseguir el resultado. Te pongo un ejemplo, es como el prepararte y haber estudiado por muchos años, pero llegas al momento de la entrevista más importante de tu vida y no lo logras, así es la presión que vivimos como deportistas, dijo.
La fama no es una garantía
Mencionar que deportistas de talla mundial como el futbolista Andrés Iniesta; el nadador, Michael Phelps; los tenistas Rafael Nadal y Robin Söderling; el basquetbolista, Kevin Love; la alpinista, Edurne Pasaban son casos que han puesto sobre la mesa temas como la depresión y la ansiedad, al alcanzar la gloria.
Figuras como el exportero de waterpolo Jesús Rollán; el exportero de Barça, Francesc Arnau; el exarquero de Alemania, Robert Enke y Justin Fashanu, primer futbolista que se declaró públicamente homosexual, no lograron ser atendidos para superar sus problemas y optaron por quitarse la vida.
Ante este panorama, los especialistas hacen un llamado a los deportistas para que se atiendan y puedan continuar sus sueños de ser grandes en sus ramas, sin necesidad de sentir presión por serlo.