El negocio de las fresas o las berries no es amable con el medio ambiente ni con la sociedad, señala José Luis Sefoó Luján, investigador del Colegio de Michoacán (COLMICH).
Detalla que para producir un kilo de fresa se requieren 192 litros de agua, en virtud de que se realizan varios riegos.
“Para efectos prácticos, lo que se hace con la exportación de fresa es exportar agua ya que el 70 o el 80 por ciento de la masa de esta frutilla es agua”.
Explica que con frecuencia se hacen riegos adicionales por el surco, aunque la mayoría de los productores de frutilla aseguran que la utilización es únicamente de riego tecnificado que provee solamente el agua necesaria.
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"Nos cuentan que el riego es tan preciso que solamente va el agua que se ocupa a la raíz de la fresa, ese es el cuento pero no es cierto".
El investigador del Colegio de Michoacán señaló además que el agua que se destina a los cultivos es de mejor calidad y nunca falta, lo que no ocurre en las colonias de Zamora, donde llega en poca cantidad y con olor, sabor, materia orgánica o material sólido disuelto.
De acuerdo con el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) se tienen registradas en el municipio de Zamora 2,055 hectáreas cultivadas de fresa con una producción por ciclo de 112 mil 854 toneladas, con un rendimiento promedio de 54.92 toneladas por hectárea.
En lo que hace al abasto de agua para estos cultivos José Luis Sefoó Luján señala que actualmente existe una veda nacional para nuevas perforaciones máxime si ni existe entre cada perforación una distancia mínima de 500 metros.
"Hay una veda, pero esa veda se resuelve si se tiene una buena posición política o económica y nadie va a impedir que se perfore ni el gobierno municipal, ni el gobierno estatal o federal ni nadie".
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Parte de este problema se da, según el investigador, porque las instancias locales de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) carecen de personal para tener la certeza de cuántas perforaciones se han realizado para abastecer a estos cultivos.
Aventura el investigador que la consecuencia de esta explotación de los recursos naturales se verá en los próximos años.
"Si se tiene una plantación de fresa aquí y al cabo de cinco o seis años el agua escasea en Zamora o las plagas se alteran, se van a cultivar berries a la ribera del Lago de Chapala a Jocotepec, cuando el agua se acabe se van a Ciudad Guzmán, si el agua se agota o el clima se altera se va a Tlaxcala, eso es lo que está ocurriendo, no es una posibilidad de que ocurra, es algo que va a ocurrir".
