Zamora vivió con devoción sus Procesiones del Silencio

Primero en la mañana cientos de hombres, luego en la noche miles de mujeres; en Zamora marcharon por las principales calles para conmemorar la Procesión del Silencio

Enrique Estrella / El Sol de Zamora

  · sábado 30 de marzo de 2024

Procesión del Silencio hecha por hombres en Zamora / Foto: Enrique Estrella | El Sol de Zamora

En punto de las 10:00 horas de ayer, Viernes Santo, comenzó la primera Procesión del Silencio, en esta primera muestra de fe participaron miles de hombres que vestidos de blanco y pantalón azul recordaron con devoción la Muerte de Jesús.

Posteriormente, a las 20:00 horas, miles de mujeres vestidas de negro y con veladoras dieron muestra de su espiritualidad al recordar con luto el dolor de la Virgen María.

En completo silencio, vestidas de negro y con veladora en mano, alrededor de 10 mil mujeres realizaron por cuarto año consecutivo la Procesión del Silencio, en la que solo participan mujeres en completo silencio y vestidas de negro, sevillana en su cabeza y una veladora en sus manos, recorriendo varias calles y avenidas de Zamora.

La Procesión fue organizada por el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Rafael Morales, así como un comité organizador que resguardó el orden.

Procesión de Hombres

Con un estimado de 45 mil participantes se llevó a cabo la Procesión del Silencio de los hombres en Zamora, este Viernes Santo por las principales calles y avenidas de la ciudad, la mayoría con su pantalón azul y camisa blanca, muchos acompañados por sus pequeños hijos y otros cargando alguna imagen a lo largo de esta Procesión del Silencio.

El fervor católico se vivió en varias cofradías y cargueros que se pudieron observar a lo largo del recorrido, algunos participantes fueron llevados en sillas de ruedas y muy pocos se observaron portando una corona de espinas en su cabeza, otros descalzos y mucho otros con algún crucifijo bajo los intensos rayos del sol.

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El obispo de Zamora, Javier Navarro Rodríguez, estuvo presente en el atrio del Santuario Guadalupano invitando a los asistentes a reflexionar y ser testigos de la Pasión de Cristo y aplicarla en la vida cotidiana de cada ser humano.

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Por último, el recorrido terminó aproximadamente a las 2:00 de la tarde en el templo de Los Dolores y hubo bendición general para los participantes, enfermos y ausentes por parte de monseñor Javier Navarro Rodríguez.