Cuatro llamadas y un mensaje, la advertencia del atentado

Avisos de que algo pasaría en Morelia se hicieron del 1 al 12 de septiembre de 2008, todos ellos llegaron a diferentes autoridades

Alejandra Hernández | El Sol de Zamora

  · sábado 14 de septiembre de 2019

Foto: Fernando Maldonado

Los avisos se recibieron entre el 1 y el 12 de septiembre del 2008, todos iban dirigidos a las autoridades entre ellos destaca “el lunes 15 de septiembre estén atentos porque va a haber un desastre el día del Grito”

Cinco advertencias llegaron al Centro de Comunicaciones, Comando, Cómputo y Control del Gobierno de Michoacán, entre el 1 y el 12 de septiembre, antes del hecho que fue calificado como un atentado terrorista, el 15 de septiembre del 2008, cuando el gobernador Leonel Godoy daba el tradicional grito por la Independencia en el palco del Palacio de Gobierno en el Centro Histórico de Morelia.

Cuatro llamadas y un mensaje, todos dirigidos a las autoridades de la entonces Procuraduría General de la Republica (PGR), Policía Federal Preventiva (PFP), Centro Nacional de Inteligencia (Cisen), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y Protección Civil, quienes tenían conocimiento de un posible atentado aquel 15 de septiembre de 2008, en especial Leonel Godoy, a quien se le veía hondar la bandera con cierto gesto de preocupación y expectativa.

Como es costumbre, a las 23:00 horas se vitorea los nombres de los héroes de la gesta independentista en voz del gobernador en turno, y la noche trascurría con normalidad en la fiesta patria, sin embargo, cuando faltaban alrededor de 15 minutos para la media noche de aquel 15 de septiembre, un ensordecedor estallido provocó el terror entre los michoacanos: alguien había lanzado una granada de fragmentación entre la multitud de la Plaza Melchor Ocampo.

Una segunda explosión se registró a los pocos minutos después sobre la Avenida Madero, esquina con la calle Quintana Roo, frente al Templo de la Merced, donde una persona falleció al instante. Hombres, mujeres y niños resultaron lesionados, y en un primer momento la cifra fue de tres muertos y más de 50 heridos, sin embargo el saldo oficial fue de ocho personas muertas y más de 130 lesionadas.

El atentado pudo haberse evitado si las autoridades no hubiera omitido las advertencias realizadas al C4, de las cuales una dijo: “el lunes 15 de septiembre estén atentos porque va a haber un desastre el día del Grito”. Esta fue hecha vía telefónica el viernes 12 de septiembre del 2008, a las 11:37 horas, lo cual fue notificado a Mario Bautista Ramírez, exdirector de la Policía estatal, al general de la XXI Zona Militar y al vicealmirante de la X Zona Naval con sede en el Puerto de Lázaro Cárdenas.

Sin embargo, las amenazas no fueron tomadas en serio y supuestos miembros del crimen organizado detonaron dos granadas de fragmentación, una en la Plaza Melchor Ocampo, frente al Palacio de Gobierno, y otra frente a la Merded, aquel año del 2008, cuando se marcó una diferencia en la manera de recordar el festejo por el Grito de Independencia en Morelia, evento que hasta la fecha se le recuerda como “los granadazos” del 2008.


Más tarde, esa misma madrugada del 16 de septiembre, elementos policiacos se dirigieron a la carretera Morelia-Charo, donde supuestamente se visualizó la presencia de sujetos armados en varios vehículos, lo que derivó en una persecución y posterior balacera. También se aseguró una unidad en la Tenencia de Santa María de Guido, la cual había sido baleada minutos antes.

Por su parte, Leonel Godoy atribuyó el ataque a la delincuencia organizada, y la entonces PGR, encabezada por Eduardo Medina Mora, estableció como responsable del ataque al cártel de Los Zetas.

El 25 de septiembre de 2008, la Policía Estatal Preventiva anunció la detención en Apatzingán de cuatro personas implicadas, las cuales habían sido localizadas gracias a una llamada anónima, quienes, horas más tarde, confesarían ser los autores del atentado, sin embargo, días después manifestaron ante un juez que que habían sido torturados para declararse culpables, por lo cual interpusieron amparos.

Fue hasta el 2015 que un juez federal ordenó la libertad de los inculpados, quienes, de acuerdo a exámenes periciales, habían sido torturados para confirmar ante un video ser culpables de los granadazos, sin derecho a un abogado.


En esta detención también hubo otra serie de irregularidades por parte de la PGR, como el hecho de ocultar que tres de los detenidos habían sido capturados en el municipio de Lázaro Cárdenas y no en Apatzingán, como consignaron.

Con relación a las víctimas del atentado, se creó la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en 2014, la cual estuvo a cargo de asistir a los afectados, pero nunca realizó cabalmente su labor. En cambio, la Comisión Estatal de Víctimas de Michoacán sí atendió sus casos, pero el apoyo sólo fue para medicamentos o pensiones. Esta semana se les entregaron a seis casas a los sobrevivientes en un evento en Palacio de Gobierno.