/ lunes 27 de febrero de 2023

De los siglos XVI al XIX, Morelia resguarda 10 mil libros en la Biblioteca Antonio Arriaga

También es posible ver títulos sobre la medicina y la veterinaria en el siglo XVIII

Morelia, Mich (OEM/ Infomex).- Hay libros que fueron escritos e ilustrados a mano antes de la imprenta o mientras esta apenas se estaba naciendo y, aunque uno podría suponer que ya sólo se los podría ver en museos de ciudades europeas, lo cierto es que Morelia cuenta todavía con ejemplares de este tipo.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Los que hay son de hace 5 siglos y se encuentran resguardados en el Museo Regional Michoacano, en específico dentro de la biblioteca Antonio Arriaga Ochoa, la cual ya tiene 5 décadas de existir como tal, según comentó el director del lugar, el historiador Jaime Reyes Monroy.

Eso sí, los libros antiguos no son los únicos ejemplares que hay, puesto que en la biblioteca se pueden encontrar publicaciones que van desde el siglo XVIII hasta lo contemporáneo. En este punto, Reyes Monroy explicó que los volúmenes se encuentran divididos en tres fondos.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

En el primer fondo se encuentran los antiguos, que son los que fueron hechos a mano entre 1500 y 1550, “a estos se les llama incunables porque fueron editados en esa etapa de transición de los manuscritos y la incorporación de la imprenta”. Pertenecieron a los conventos que había en la antigua Valladolid.

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Es decir, los libros del siglo XVI no son de consulta, pero se pueden ver si es que se solicita de manera previa y se utilizan guantes para cuidarlos. Y es que de acuerdo con el historiador, estos ejemplares “también han sido objeto de investigación, pues tenemos uno escrito por Fray Alonso de la Veracruz o las biblias políglotas. Tenemos aproximadamente 20 libros”.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Una segunda parte la conforman libros editados entre los siglos XVIII y XIX para temas como veterinaria, medicina, derecho o religión.

Según el relato de Reyes Monroy, estos llegaron en los inicios del Museo –porque vale recordar, el Museo comenzó su historia a fines del siglo XIX- pues se los integró “con la intención de que los profesores e investigadores de aquella época pudieran acceder al conocimiento generado en Estados Unidos y Europa”.

Lo anterior implica que son libros provenientes de universidades americanas y europeas, que enviaban corresponsales que tenía el primer director del Museo, Nicolás León, para que mandaran tanto libros como objetos botánicos, arqueológicos y minerales con el fin de que el Museo enriqueciera sus colecciones. “Fue así que se constituyó este segundo fondo”, dijo.

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Luego tienen los libros del tercer fondo, que ya son contemporáneos. De acuerdo con Reyes Monroy, una parte de los libros provino de una donación, hecha por Antonio Arriaga, el cual también fue director del Museo Regional Michoacano – además de primo de Agustín Arriaga- siendo que por ello es que la biblioteca tiene su nombre.

Otra parte se ha ido enriqueciendo a partir de las publicaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Colegio de México”, razones por las que se trata de una biblioteca que adquirió una vocación especializada en temas referentes al pasado reciente o lejano, al arte y la arqueología.

Pero Reyes Monroy destacó que en esta área también cuentan con ediciones “que ya no se consiguen actualmente”. Además de que la biblioteca tiene publicaciones nuevas, sólo que en este punto, el historiador enfatizó que “tratamos de seleccionar libros que complementen las materias de historia, arqueología y antropología o que sean estudios sobre nuestro patrimonio, como los murales, las piezas, la historia del mismo Museo; tratamos que sea una colección muy cuidada”.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Por otra parte, Reyes Monroy contó que esta biblioteca tuvo una pausa de cinco años, lo cual se debió, mencionó, a que el edificio donde se encuentra el Museo fue restaurado “y entonces el fondo bibliográfico se puso en cajas, en el 2017 la biblioteca fue reabierta en esta área –el primer piso- porque originalmente estaba en la parte de arriba” .

Entonces, comentó que los trabajos de restauración efectuados no consideraron que se debía dejar espacio para una biblioteca, lo cual implicó el reto posterior de reacomodar los volúmenes en otra zona. En este punto, la bibliotecaria María del Refugio Hernández compartió que se resguardan alrededor de 10 mil libros.


Morelia, Mich (OEM/ Infomex).- Hay libros que fueron escritos e ilustrados a mano antes de la imprenta o mientras esta apenas se estaba naciendo y, aunque uno podría suponer que ya sólo se los podría ver en museos de ciudades europeas, lo cierto es que Morelia cuenta todavía con ejemplares de este tipo.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Los que hay son de hace 5 siglos y se encuentran resguardados en el Museo Regional Michoacano, en específico dentro de la biblioteca Antonio Arriaga Ochoa, la cual ya tiene 5 décadas de existir como tal, según comentó el director del lugar, el historiador Jaime Reyes Monroy.

Eso sí, los libros antiguos no son los únicos ejemplares que hay, puesto que en la biblioteca se pueden encontrar publicaciones que van desde el siglo XVIII hasta lo contemporáneo. En este punto, Reyes Monroy explicó que los volúmenes se encuentran divididos en tres fondos.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

En el primer fondo se encuentran los antiguos, que son los que fueron hechos a mano entre 1500 y 1550, “a estos se les llama incunables porque fueron editados en esa etapa de transición de los manuscritos y la incorporación de la imprenta”. Pertenecieron a los conventos que había en la antigua Valladolid.

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Es decir, los libros del siglo XVI no son de consulta, pero se pueden ver si es que se solicita de manera previa y se utilizan guantes para cuidarlos. Y es que de acuerdo con el historiador, estos ejemplares “también han sido objeto de investigación, pues tenemos uno escrito por Fray Alonso de la Veracruz o las biblias políglotas. Tenemos aproximadamente 20 libros”.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Una segunda parte la conforman libros editados entre los siglos XVIII y XIX para temas como veterinaria, medicina, derecho o religión.

Según el relato de Reyes Monroy, estos llegaron en los inicios del Museo –porque vale recordar, el Museo comenzó su historia a fines del siglo XIX- pues se los integró “con la intención de que los profesores e investigadores de aquella época pudieran acceder al conocimiento generado en Estados Unidos y Europa”.

Lo anterior implica que son libros provenientes de universidades americanas y europeas, que enviaban corresponsales que tenía el primer director del Museo, Nicolás León, para que mandaran tanto libros como objetos botánicos, arqueológicos y minerales con el fin de que el Museo enriqueciera sus colecciones. “Fue así que se constituyó este segundo fondo”, dijo.

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Luego tienen los libros del tercer fondo, que ya son contemporáneos. De acuerdo con Reyes Monroy, una parte de los libros provino de una donación, hecha por Antonio Arriaga, el cual también fue director del Museo Regional Michoacano – además de primo de Agustín Arriaga- siendo que por ello es que la biblioteca tiene su nombre.

Otra parte se ha ido enriqueciendo a partir de las publicaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Colegio de México”, razones por las que se trata de una biblioteca que adquirió una vocación especializada en temas referentes al pasado reciente o lejano, al arte y la arqueología.

Pero Reyes Monroy destacó que en esta área también cuentan con ediciones “que ya no se consiguen actualmente”. Además de que la biblioteca tiene publicaciones nuevas, sólo que en este punto, el historiador enfatizó que “tratamos de seleccionar libros que complementen las materias de historia, arqueología y antropología o que sean estudios sobre nuestro patrimonio, como los murales, las piezas, la historia del mismo Museo; tratamos que sea una colección muy cuidada”.

Foto: Carmen Hernández | El Sol de Morelia

Por otra parte, Reyes Monroy contó que esta biblioteca tuvo una pausa de cinco años, lo cual se debió, mencionó, a que el edificio donde se encuentra el Museo fue restaurado “y entonces el fondo bibliográfico se puso en cajas, en el 2017 la biblioteca fue reabierta en esta área –el primer piso- porque originalmente estaba en la parte de arriba” .

Entonces, comentó que los trabajos de restauración efectuados no consideraron que se debía dejar espacio para una biblioteca, lo cual implicó el reto posterior de reacomodar los volúmenes en otra zona. En este punto, la bibliotecaria María del Refugio Hernández compartió que se resguardan alrededor de 10 mil libros.


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