Uno de los sectores que más se ha visto afectado por la falta de ventas en las estaciones de servicio en el municipio es el de los trabajadores de éstas, quienes a pesar de contar con un sueldo base, sustentan sus ingresos en las propinas que reciben de los automovilistas.
“Las propinas se han convertido en ‘mentadas de madre’”, relató uno de los 24 despachadores que trabajan en la estación Grupo Octano que se ubica en el Periférico Paseo de la República en la zona de La Huerta, quien afirma que ha escuchado de todo, pues “con este desabasto la gente nos odia y nos ama al mismo tiempo”.
Al platicar su experiencia prefirió no compartir su nombre, pero asevera que se ha mantenido al margen, al igual que el resto de sus compañeros, de aceptar las “jugosas ofertas” de ciudadanos que a cambio de una “considerable propina” buscan que se les venda más combustible de lo permitido o no hacer fila como la mayoría de las personas, “se molestan con nosotros, creen que les negamos el servicio, pero no es así, por eso mejor nos reguardamos en la zona de atrás de la estación cuando no hay combustible para no exponernos a las ofensas”.
Adriana tiene sólo 15 días como trabajadora de la estación Servicio Express de Morelia, en el Libramiento Sur, y desde entonces sólo en una jornada le ha tocado tener actividades, “son servicios y nos va muy bien, pero ahorita no es muy favorable, en un día de propinas me llevo como 300 pesos y ahorita sólo me quedo con mi salario base”.
Ha corrido con suerte y no ha sufrido maltrato u ofensas de los usuarios, pero las ofertas de propinas elevadas sí se las han hecho, “con la desesperación de la gente por conseguir combustible sí me han ofrecido dinero para que les venda gasolina en cuanto llegue, pero como no tenemos fecha ni hora, pues no lo aceptamos, además no sería justo para las personas que pudieran llegar a formarse si se avisa de alguna pipa que vaya a descargar”.
A minutos de iniciar la venta de combustible, tras recibir una pipa de más de 15 mil litros en la estación de servicio Promotora de Autoestaciones, que se ubica frente a las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública, Edgar Morales habló sobre las “severas afectaciones a la economía familiar” que han sufrido él y sus compañeros.
Nosotros ganamos en salario mínimo y realmente nuestro sustento es lo que captamos de propinas, por eso tenemos que aprovechar como ahorita que llega una pipa para darles buen servicio a las personas y que nos den un buen apoyo, porque de verdad eso significa mucho para llevar el alimento a nuestras familias
Pese a la afectación a su bolsillo, afirma que no ha recibido ninguna de las ofertas que le han hecho ciudadanos para verse favorecidos con un servicio más rápido y mayor a lo permitido, “eso no sería justo y además pondría en riesgo mi trabajo, porque así se marca un orden y un límite de venta y si lo rebaso, me despiden, la propina que me gane por saltarme la regla no me servirá para llevar el alimento a casa”. (F)
