Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El 95 por ciento de estudiantes menores de 19 años registran algún grado de intoxicación digital, es decir, que son adictos a los dispositivos electrónicos como celulares, computadoras, tabletas y redes sociales, señala el maestro de la Universidad Vasco de Quiroga (UVAQ), Marco Antonio Guzmán Ponce de León.
A tal grado ha llegado esta problemática que se han implementado conferencias en las aulas dirigidas a los alumnos y padres de familia para que reflexionen sobre el tema, pues esta adicción conlleva a una serie de trastornos en la salud como depresión, aislamiento social, ansiedad, sedentarismo, fatiga ocular o nomofobia, que significa miedo irracional a estar sin el celular.
Esta serie de conferencias llevan el nombre de Detox Digital, que como su nombre lo dice, es una desintoxicación.
“Se trata de que los jóvenes se pongan una meta porque se genera un caos por exceso de los dispositivos; son acciones para abstenerse”.
Características del problema
Algunas de las características del problema son que al despertar lo primero que veas sea el celular, checar las redes sociales 150 veces al día, atender cualquier notificación de inmediato y que antes de dormir lo último que observes sea el móvil.
Datos de Common Sense Media realizados en Estados Unidos y México indican que las mujeres son más adictas al internet y que dedican por lo menos 23.6 horas a la semana interactuando en redes sociales, además de que 7 de cada 10 personas se van con el celular a la cama.
Las consecuencias de este problema genera desvelos y phubbing, un término que hace referencia al hecho de que en una reunión social, ignoremos a alguien al estar prestando atención al celular, en lugar de entablar una conversación con las personas presentes cara a cara.
Detox digital
El maestro Marco Antonio Guzmán, afirma que algunas de las acciones para eliminar ese vicio es el ayuno digital, lo que se traduce en no ver el celular al despertar, e incluso dejar pasar al menos una hora antes de prenderlo.
También pasear, caminar o leer, apagar el celular o computadora al menos 30 minutos al día, desactivar las aplicaciones que no son importantes e ir a la cama sin dispositivos y apagarlos dos horas antes de dormir.
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Para el maestro, este problema comenzó a surgir aproximadamente en el 2010, cuando la gente comenzó a tener el alcance de teléfonos con los que se podía interactuar más. Añade que al desintoxicarse se puede elevar la productividad, planear, tener mejor concentración, apreciación del entorno, mayor equilibrio y relajación.
“Hay mayor infelicidad en las personas por lo que ven en las redes que por lo que pasa en la vida real”, finaliza.