Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El desfile de testimonios para resolver el crimen contra Jessica González Villaseñor continuó este jueves con la comparecencia de Fernando N, padrastro de quien es el único imputado: Diego Urik. Finalmente, no fue necesario el arresto para que se presentara a la audiencia y ya no recurrió a más amparos, sin embargo, no reconoció las hojas que contenían su declaración ante el Ministerio Público el 23 de septiembre de 2020, pues carecían de su firma al calce, por lo que insinuó que pudieran estar alteradas por los agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
También alegó que nunca le dieron a conocer su derecho a abstenerse debido a su parentesco con el imputado, pero tras argumentos de sus abogados y los fiscales, el juez Ariel Montoya Romero lo obligó a dar su relato.
Entre lo esencial de sus dichos, destaca que el 22 de septiembre de ese año se encontraba en su trabajo cuando recibió una llamada de Diego, quien le solicitó conseguirle un abogado debido a que una conocida había desaparecido y lo estaban incriminando. Reunidos ambos en su casa ubicada en Montaña Monarca, escuchó que efectivamente los jóvenes habían estado juntos un día antes a eso de las 17:00 horas, que tuvieron relaciones sexuales y después él la llevó a su casa, por el rumbo del estadio Morelos.
Fernando aseguró nunca haber conocido a Jessica ni escuchar de ella, pues la pareja sentimental de Diego era Camila, mientras que los amigos que más frecuentaba eran Hanna y Diego Sáyago. Además, aceptó que acudió con su mismo hijastro a un negocio donde se mandó lavar a profundidad su auto Polo color gris, y después fueron a casa de Bruno, papá biológico del acusado, para juntos hallar una solución.
Esa fue la última vez que vio a Urik, pues antes de siquiera ingresar a casa del padre, el joven ya se había ido, “se nos fue sin avisar”, aceptó.
En distintos momentos Fernando leyó fragmentos de su declaración original, pero siempre apuntó que no recordaba haber dicho esas palabras y de plano mostró su desconfianza en la Fiscalía, ya que “tiene muy mala fama porque incluso se dice que tortura a sus testigos”.
También formaron parte del desfile probatorio una perito en la Escena del Crimen, quien hizo un recorrido por la zona donde se encontró el cadáver de Jessica junto a tres testigos, entre ellos Diego Sáyago. En este punto, la defensa hizo notar que no está certificada en desaparición forzada de personas, como lo marca la ley, por lo que su actuación les resulta irregular, al igual que la de otro policía de nombre Carlos, cuya cédula profesional se encuentra en trámite y solo recibió un curso de introducción en la FGE.
El cuarto y último testigo fue Bizmark, perito criminalista quien recopiló ropa de Diego Urik, como un pantalón que presentaba roturas, así como rastros de tierra y lodo, mientras que una camiseta blanca aparentaba manchas rojizas.
La próxima audiencia se pactó para el 14 de septiembre, en punto de las 9:00 horas.