Ciudad de México.- (Notimex).- La displasia de cadera,alteración congénita que consiste en una luxación que se dacuando la cabeza del fémur está totalmente fuera de su puesto enla cadera, es una de las patologías que debería diagnosticarse enlos primeros días de nacido.
Aunque en México no existen estadísticas “reales”, es elpadecimiento más común en la ortopedia pediátrica; lasestimaciones señalan que se presentan de dos a seis casos por cadamil niños nacidos y es la primera causa de hospitalización enortopedia para menores de edad.
El diagnóstico deberá realizarse al momento del nacimiento; deesta manera los estudios de imagen son de apoyo e importantes parael protocolo de estudio, afirmó el cirujano traumatólogo JoséManuel Díaz Campuzano.
Al referirse a este problema ortopédico, el especialistaexplicó en entrevista con Notimex que este padecimientoes frecuente durante el primer embarazo, así como en el sexo delrecién nacido cuando es niña.
Existen otros factores que pueden incidir en este padecimientocomo es el escaso líquido amniótico o las posiciones fetales,además de factores hormonales, en donde se tienen alzas o bajas delas hormonas que determinan defectos mecánicos, apuntó eltambién director de la Clínica de Rodillas y del Sports MedicineMéxico.
Dijo que, dependiendo de la edad en la que se detecte ladisplasia, los tratamientos van desde la colocación de un arnéshasta una cirugía cuando la afección se identificó de maneratardía.
Una de las formas en que se presenta esta anomalía es laconocida como luxable, que es la más frecuente y es parte de unproblema de conformación luxada, ya que se encuentra completamentefuera del acetábulo subyugada.
Es decir, la cabeza del fémur está dentro, pero con defectosconformacionales Esta patología, agregó, puede deberse a factoresgenéticos, hormonales, mecánicos y ambientales, lo cual significaque la displasia de cadera puede ser provocada por diferentesmotivos.
Afirmó que si bien es una enfermedad genética, existen otrosfactores denominados “ambientales” que se relacionan con laalimentación de la madre durante el embarazo.
En ese sentido, Díaz Campuzano enfatizó que el papel de lospediatras es determinante para el diagnóstico oportuno de estepadecimiento.
Precisó que es de gran importancia realizar una completa yoportuna exploración y evaluación, ya que el tiempo de lahistoria natural de este mal termina siendo determinante: se puededividir, del nacimiento a los seis meses de edad, en donde el niñodebe tener una inmovilización semirrígida con reducción de lacabeza del fémur, mientras que de los seis meses a un año sedeben “tener unos días de tracción”.