Morelia, Michoacán. (OEM-Infomex).- “La economía mexicana requiere un cambio de rumbo que oriente las prioridades hacia un crecimiento de largo plazo, sostenido y alejado de las líneas políticas que buscan preservar al poder”. Así lo sostiene Claudia Villegas en libro El México que se avecina (Harper Collins, 2021), una compilación coordinada por el periodista Julio Hernández López que reúne a 11 de sus colegas para analizar cómo es que este país ha sorteado una crisis sin precedentes en la historia contemporánea.
Entrevistada en exclusiva por El Sol de Morelia, Claudia Villegas afirma que el gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador “atendió sus compromisos de campaña que hizo durante muchos años; tenía un compromiso muy claro con su base electoral, eso le exigía una congruencia y de ahí que se negara a hacer grandes rescates económicos para favorecer a las empresas”.
La colaboradora de la revista Proceso recuerda que el mandatario siempre estuvo contra prácticas como el Fondo de Protección al Ahorro Bancario (Fobaproa) pero jamás imaginó que cuando le tocara gobernar al país lo hiciera en medio de una pandemia global, lo que sin embargo no lo llevó a tomar decisiones de rescate al sector económico, sino de paliativos como los programas sociales.
“En algunos sectores se han perdido muchos empleos, la parte de la economía formal sin apoyos fiscales ni ningún otro incentivo se vio obligada a recortar personal”, afirma Villegas, que no duda en decir que la gran mayoría de las y los empresarios tuvieron que librar esta batalla en soledad. “Eso nos lleva a plantearnos si los empresarios pueden y deben ser independientes del poder político”.
En el libro, Villegas analiza que los efectos colaterales del coronavirus pudieron ser todavía peores para nuestro país, sin embargo, la economía resistió en parte gracias a la firma del tratado comercial con Canadá y Estados Unidos, mientras que éste último inyectó de manera interna recursos millonarios durante el gobierno de Donald Trump, lo que salpicó a México sobre todo en el tema de las remesas que mandan los migrantes y que han tenido registros históricos.
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Claudia subraya que cuando concluya la etapa más grave de la pandemia los gobiernos en el mundo no saldrán bien evaluados, pues la mayoría privilegió el interés político por encima del de salud y el económico. En cuanto a los empresarios, hace dos distinciones. Por una parte, aquellos que le han apostado a la ciencia, la tecnología, la inteligencia artificial y la innovación “lograron capitalizar la crisis sanitaria que afectó a esta generación”.
Pero el otro equipo lo conforman los negocios ligados al poder gubernamental, quienes ahora sufren las consecuencias de una perniciosa dependencia de los ciclos políticos. Al respecto, la periodista especializada en políticas públicas dice que esta clase empresarial se debería preguntar si quiere seguir en alianza con el Estado, si quiere estar ligada a la extracción de renta a partir de una complicidad. “El otro camino es que le apuesten a la investigación, la tecnología, la responsabilidad social, la educación, al medio ambiente”.
La apuesta que Villegas vería más viable es sobre la sustentabilidad a largo plazo, y pone como ejemplo a Corea y Singapur, donde se ha hecho efectiva la frase de separar al poder político del poder económico. Lo que se avizora, sin embargo, es que el México postpandemia vea crecer su número de pobres, lo \u0009que la analista no le achaca solamente al actual régimen lopezobradorista.
“El modelo económico del país ya llevaba varias décadas con la inversión privada estancada, con la extracción de renta vinculada a los sectores regulados por el poder político”, dice, e insiste en que el presidente debe hallar el justo medio, no solo colocar “curitas” contra la pobreza, sino impulsar a la economía formal, porque ahí es donde se halla la estabilidad de las personas. “Las empresas ahora mismo no tienen incentivos para pagar mejor, para generar más fuentes de empleo”.
Finalmente, Claudia Villegas cruza los dedos para que este país encuentre un liderazgo más moderno y menos atado a las promesas de antiguas campañas. “Ojalá que la 4T encontrara otro tipo de enfoque, uno que privilegie la educación, la innovación, la tecnología, que atraiga la inversión extranjera”. Empero, dentro de todo ve a un presidente que conserva su legitimidad, lo que, dice, no es poca cosa para tener esperanzas.