Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- “Es un año de estar sufriendo, recordando a ‘Jessi’, lamentando su pérdida y luchando por exigir justicia, pero no ha llegado”, dijo Verónica Villaseñor, madre de Jessica González, previo a la pinta de manos rojas sobre la calle, entre la Catedral de Morelia y las puertas del Palacio de Gobierno.
Después de plasmar de huellas rojas la imagen de Diego Urik, en el corazón de la capital michoacana grupos feministas, familia, amigos y ciudadanos exclamaron justicia por Jessica. Al mismo tiempo, al unísono, se entonó “Canción sin miedo” y los nombres de otras mujeres que han sido asesinadas en Michoacán.
“Le dejamos bien claro a toda la ciudadanía que la sangre en el estado se sigue derramando, por más que luchamos y exigimos. Esto no para”, sentenció Villaseñor.
“¡Ni una más, ni una asesinada más!”, “¡Nos están matando!”, “¡No estamos todas, nos falta Jessica!”, exclamaron con fuerza los inconformes, en medio de pintas de colores púrpura, rojo y naranja sobre la cantera rosa.
“Para recordar a ‘Jessi’ y hacerles ver que seguimos en la misma situación, no ha habido ningún cambio de las personas que deberían estar trabajando en ello, seguimos en la misma. Él (Diego Urik) está detenido, pero no se le ha sentenciado”, señaló la madre de Jessica.
Mientras tanto, mujeres de la Policía Municipal entregaron rosas blancas a las manifestantes como mensaje de reconciliación y paz, una característica que tendrá la estrategia de seguridad municipal, según el comisionado Alejandro González Cussi.
Tras fuertes gritos de justicia, Cristo González advirtió que no descansarán hasta que el presunto feminicida pague por cada golpe y daño hecho a su hermana. Asimismo, Verónica Villaseñor exigió al gobernador Silvano Aureoles Conejo una disculpa pública por el mensaje que dio a las michoacanas al retirar las mantas de Jessica colocadas en la Fiscalía General del Estado (FGE) y otras dependencias.
“No están solos, estamos con ustedes”, exclamaron los manifestantes como muestra de solidaridad, mientras se procedía a quemar la imagen de Diego Urik. “Únete, únete que tu hija puede ser”, se dijo, al tiempo que se plasmaron más manchas rojas en los muros del Palacio de Gobierno.
Casi a las 20:00 horas, la familia proyectó imágenes de Jessica y la frase “Michoacán Feminicida”, entre voces de justicia y las campanas de la Catedral.
