Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).-Ernesto Ferreyra Ruiz, un hombre de 65 años, de bigote blanco y sombrero color hueso, comenzó a repartir leche de vaca en 1977. Dice que se trasladaba en bicicleta por toda la ciudad y que en ese entonces el litro lo vendía en 50 centavos. Ahora, nostálgico y con un toque de resignación acepta que este oficio está en peligro de extinción.
Son casi las 12:00 del día y el señor Ernesto deja dos litros de leche bronca a un comerciante sobre la calle Vicente Santa María, casi esquina con Fray Antonio de Margil, en Morelia. Lleva una camisa a cuadros con las mangas dobladas. Se recarga en su camioneta gris estilo pick up, misma que en la caja trasera guarda los característicos botes metálicos.
El repartidor vive actualmente en la capital michoacana, pero a diario a las 5:00 horas viaja hasta Acuitzio del Canje, ubicado a más de 30 kilómetros de Morelia. Allá lo esperan tres productores con la leche lista, recién ordeñada para volver a la ciudad y comenzar a distribuirla.
Sí ha disminuido la venta muchísimo, estamos en peligro de extinción porque ya no hay productores, el campo se quedó abandonado y ahora están produciendo otro tipo de producciones agrícolas, como las frutillas, a donde yo voy no queda casi nadie, solo hay tres personas que me surten.
En los botes hay 160 litros de leche, lo que equivale a tres botes y medio, sin embargo, hace 46 años él llegaba a repartir hasta 16 botes, es decir, que ahora venden solo el diez por ciento de lo que repartían antes. Ferreyra Ruiz recuerda que antes le recogía la leche a 20 personas y que había hasta tres o cuatro repartidores en una sola calle, pero que éstos también disminuyeron hasta un 80 por ciento.
Con una risa irónica afirma que todos los días hay leche, y que así como nosotros comemos a diario, las vacas también se ordeñan los siete días de la semana. Sin embargo, para los productores no es una tarea sencilla pues todo ha subido su costo. En ese sentido, refiere que año con año los señores que cuentan con un hato ganadero lo acaban o lo venden.
La extensa ruta
Suspira y después de un trazo mental detalla que la distribuyen por toda la ciudad. Empieza en Xangari, luego se dirige a Lomas del Valle, Indeco, Cosmos, Valle Quieto, Rancho de Charo, la Felix Ireta, Ventura Puente y luego hacia la Vasco de Quiroga, Lomas de Guayangareo, la Isaac Arriaga, Independencia y concluye en Lomas de Morelia.
Los 160 litros diarios los reparte entre 40 o 50 personas, algunos le compran un litro o dos y otros hasta tres, aunque menciona que los principales consumidores son gente adulta, de la tercera edad. El litro lo vende a 13 o 14 pesos, es decir, que al día él saca dos mil pesos aproximadamente, si es que logra colocar toda. Por ejemplo, en este periodo de vacaciones afirma que baja la venta mucho y por consiguiente optan hacer queso fresco y ranchero para que no se eche a perder.
La leche comercial de caja nos ha perjudicado mucho, porque ahora ya no quieren ensuciar su olla o cuidarla en la estufa para que no se tire, prefieren ir a la tienda (…) la juventud ya no compra, luego los doctores le quitan la leche a la gente, dicen que les hace mal, que es para los becerros.
Por amor al arte
Antes de que continúe su ruta dice que el oficio tarde o temprano se va a acabar, que lleva diciéndole desde hace 15 años a su familia que ya casi, pero con base en sus cálculos apunta que podría durar una década o dos a lo mucho, un lapso de tiempo en el que toda la gente mayor que está produciendo dejará de existir.
Los chavos se quieren dedicar a otras actividades y la gente grande está aferrada a esto por herencia familiar, porque viene de nuestros ancestros, se hace por puro amor, porque negocio negocio tampoco es, ni para los productores ni para nosotros.
La mayor actividad ganadera está actualmente en el municipio de Álvaro Obregón, Uruétaro y Téjaro en el municipio de Tarímbaro y en la colonia Miguel Hidalgo, pero de ahí para acá en los demás ranchos ya se acabó. Antes de terminar asegura que ninguno de sus hijos quiere seguir repartiendo.
Nos les gusta porque es esclavizante, todos los días, sábados y domingos, llueve, truene o relampaguee usted tiene que levantarse a las 5:00 horas y los productores también para tener lista la leche.