Morelia, Michoacán (OEM - Infomex).- El incendio en el mercado Independencia, que consumió 144 puestos y provocó daños en 28 automóviles, 14 con pérdida total, pudo haberse evitado. Esta es la conclusión preliminar de la Fiscalía General del Estado (FGE), que detalló que el siniestro que ocurrió el pasado 20 de mayo fue accidental, pero derivado de un sobrecalentamiento de energía por trabajos “improvisados e inadecuados que pudieron ser predecibles”.
La Fiscalía precisó que la combustión en cartón, papel, tela y plástico tuvo una propagación calorífica en cadena que de inmediato se expandió hacia el poniente, específicamente a la calle Andrés del Río, y al norte sobre Ana María Gallaga. Esta situación pudo darse en el estacionamiento del lugar, que además presenta otras problemáticas, pues operaba con diversas irregularidades, entre ellas que no contaba con el visto bueno de Protección Civil municipal para operar desde el 2022, además de carecer de licencia actualizada.
Por lo pronto, las pérdidas estructurales ascienden a más de 77 millones de pesos, a los que se suman otros tres millones de pesos por los daños que sufrieron 28 automóviles que estaban estacionados en la zona, entre ellos los 14 que tuvieron pérdida total. Y, en lo que respecta a los comerciantes, los locatarios estiman que sus pérdidas por la falta de ventas van de los 70 a los 80 millones de pesos.
Sin embargo, lo ocurrido en el mercado Independencia no es una excepción. En otros espacios de la capital y en municipios del estado, sobre todo en Uruapan y Pátzcuaro, se han presentado problemas de mantenimiento que anticipan una situación parecida a la de Morelia de no atenderse a tiempo.
Fallas Estructurales
Algunos locatarios que pidieron el anonimato señalan que desde la pasada administración de Alfonso Martínez Alcázar (2015-2018), se había señalado la falta de atención tanto en los tanques de gas como en la red eléctrica. Una de estas fallas podrían ser la instalación de los llamados “diablitos” en algunos puestos y el estacionamiento, lo que habría provocado la sobrecarga, si bien se negaron a precisar si tenían conocimiento de la instalación de estos artilugios.
Por su parte, el coordinador de Protección Civil y Bomberos de Morelia, Francisco Xavier Lara Medina coincidió en que una de las líneas de investigación indica que posiblemente fue el cableado eléctrico del estacionamiento el causante del incendio.
El director de Mercados, Marco Antonio Garibay González expresó por su parte que cada tres meses la coordinación de Protección Civil y Bomberos de Morelia realiza una supervisión estructural para detectar problemáticas. Y cada seis meses se da el visto bueno a la Secretaría de Servicios Públicos sobre la situación de los espacios, sin que hubiera habido un llamado de alerta.
Pérdidas de comerciantes
Por lo pronto, los locatarios del mercado estiman pérdidas económicas de entre 70 y un 80 por ciento luego del siniestro. A decir de Martín Vigueda Lemus, comerciante y secretario de actas de la Unión Generalísimo, todos los vendedores del interior del mercado han presentado esta afectación, debido a que la gente teme acudir al espacio por temor de un derrumbe.
Indicó que el área de comida es la más afectada, ya que además de invertir en los insumos para realizar los múltiples guisos que se ofrecen, muchos de ellos se quedan con la mayoría de sus alimentos. Vigueda Lemus comentó que hasta el momento, ellos no han podido acceder a los créditos que se otorgan por parte del municipio, toda vez que se les está dando preferencia a quienes fueron afectados directamente.
"Tenemos afectaciones económicas de un 70 a un 80 por ciento, antes vendíamos hasta cuatro mil pesos por día, hoy apenas llegamos a los 400 o 500 pesos, la verdad es que la gente tiene miedo de venir al mercado por temor de un derrumbe", comentó.
Hasta el momento son alrededor de 24 los locales que se mantienen cerrados al interior del mercado, de un universo de alrededor de 500 locales que se encuentran dentro del referido espacio municipal.
Estacionamiento, sin visto bueno ni licencia
Otras situaciones irregulares que se encontraron por parte del Ayuntamiento es que el estacionamiento que se encuentra en el mercado Independencia no contaba con el visto bueno de Protección Civil municipal para operar desde el 2022 y, por ello, no tenía la licencia de funcionamiento actualizada.
A decir de Francisco Xavier Lara Medina, coordinador de Protección Civil y Bomberos de Morelia, la empresa encargada del estacionamiento inició su trámite de visto bueno desde inicios del año pasado, pero no se le generó su actualización. Cuestionado sobre sí había sido omisión por parte del anterior titular del área, Alejandro Hernández Álvarez por no disponer de las revisiones correspondientes, Lara Medina comentó que "no podría hacer una aseveración de ese tamaño, las investigaciones dirán qué fue lo que pasó".
"Hemos atendido el tema y detectamos que desde el pasado año, la empresa había solicitado su trámite de visto bueno, sin embargo, no se le concedió por lo que ya se investiga esta situación", comentó.
A su vez, el director de Inspección y Vigilancia del municipio, Adolfo Valdespino Silva, indicó que, efectivamente, el estacionamiento no contaba con la licencia de funcionamiento actualizada, por lo que debió ser clausurado. "Se detectó que al lugar le faltaba el visto bueno de Protección Civil, por lo que se debió clausurar y pagar una multa por no tener este documento", señaló.
Es de precisar que la multa por no contar con la licencia es de hasta nueve mil pesos, además, el lugar deberá hacerse cargo de los daños que presentaron automóviles que se encontraban en el lugar el día del siniestro.
Mercados populares, en el rezago
A pesar de que representan una tradición arraigada entre las clases populares, los mercados públicos suelen sufrir de rezago en su infraestructura, con labores precarias de mantenimiento, ubicación que en algunos casos ya no funciona con la dinámica de las ciudades e incluso con casos donde la oferta no fue correspondida con la demanda.
En Morelia se han registrado conflictos recientes porque quienes pagan un local en áreas cerradas se enfrentan a la competencia desleal del comercio callejero.
Apenas el pasado 6 de marzo se realizó una manifestación por parte de locatarios de los mercados Independencia, Revolución, Benito Juárez y Nicolás Bravo, quienes además exigieron transparencia en el manejo de recursos por la Dirección a cargo del Ayuntamiento.
En otros municipios michoacanos se viven problemas similares. En Uruapan, el Mercado Tariácuri se construyó hace 14 años sobre la calle Constitución con 700 espacios, algunos de los cuales ya lucen vacíos hoy en día, pues las bajas ventas y los dos años de pandemia golpearon fuertemente a algunos de sus locatarios.
El edificio sufre desperfectos en su techo, faltan rampas y el elevador funciona de manera intermitente, de acuerdo a reportes de medios locales.
En esa misma ciudad, tres locales del Mercado San Francisco se incendiaron el pasado 13 de marzo, luego de que el cableado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hiciera un corto circuito. En este caso, la mala planeación exterior desembocó en el incidente que por fortuna sólo tuvo daños materiales.
En Pátzcuaro, el mercado tradicional inaugurado en la década de los 70 vive sus últimos días, ya que el gobierno local apoyado con recursos estatales ha emprendido el proyecto de un moderno inmueble que contará con 750 espacios para locatarios, dos patios inferiores, una terraza gastronómica, rampas eléctricas, elevadores, área de carga y descarga y un estacionamiento subterráneo para más de 120 vehículos.
El anuncio no cayó bien entre decenas de comerciantes no solo de ese pueblo mágico, sino de otras comunidades como Ihuatzio, Tzintzuntzan, Erongarícuaro, Janitzio y Quiroga, quienes se oponen a abandonar un sitio que fue inaugurado incluso por sus abuelos. Además, han mencionado que son más de mil 500 las personas que trabajan actualmente, y no 900 como afirma el gobierno del estado.
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Otro mercado de Pátzcuaro es el Tariácuri, inaugurado en la década de los 90 por el entonces alcalde Luis Rey Cortés, quien prometió que este espacio se usaría para desahogar al municipal, que desde entonces ya estaba saturado. A más de 30 años de distancia, solo el 30 por ciento de los 340 locales permanecen ocupados, con problemas de humedad, falta de agua en los sanitarios, basura que se deja en las cercanías y dificultades con el drenaje.
Pese a ello, quienes se aferran a seguir en ese sitio deben pagar licencias municipales que oscilan entre los mil 800 y los 4 mil 700 pesos por año.