Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).-El Centro de Predicción Meteorológica de Estados Unidos ya había alertado en abril que el fenómeno de El Niño podría desarrollarse entre mayo y julio de este año. Quizás es por ello que actualmente se pueden ver patrones inusuales de lluvia y sequía en diferentes regiones del país.
¿Qué es?
Juan L. Kaye López, presidente del Consejo Directivo Nacional de la Asociación Mexicana de Urbanistas, explicó que El Niño se genera cuando hay un calentamiento en la temperatura superficial del océano en una zona junto a Sudámerica. Suele ocurrir durante la época decembrina y de ahí su nombre, pues se le asocia con el “Niño Jesús”. Pero sus efectos se sienten en otros momentos del año.
Ese aumento de la temperatura sobre el océano genera cambios en los vientos y lluvias en todo el planeta, lo cual incluye a Michoacán. Puede ocurrir en lapsos que van de 2 o 7 siete años. Justamente el último ocurrió en 2016.
Respecto a su origen, Luis Icochea, investigador de la Universidad Nacional Agraria La Molina en Perú, mencionó que hay varios factores que lo generan, incluido la rotación misma de la Tierra, mientras que Juan José Nieto, del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño, en Ecuador, declaró que los impactos serán distintos porque “el escenario donde se desarrolla El Niño es diferente”.
Es decir, que el cambio climático no es el que genera este evento climático, pero sí influye en él pues ha creado un ambiente más favorable para la variación en la temperatura del océano.
¿Cómo afecta y qué hacer?
Kaye López mencionó que el Niño afecta a la agricultura, la pesca y a la salud porque trae consigo sequía extrema, inundaciones y huracanes, además de que plantea la necesidad de que en nuestro país se impulse una cultura donde se produzca más con menos agua.
Pero el cambio climático no sólo tiene efectos a nivel macro, sino también en espacios domésticos ocurre que son recurrentes las enfermedades trasmitidas por mosquitos, como el dengue, chikungunya y zika. De acuerdo con Kaye López, esto puede ser tanto por lluvias torrenciales o porque en los lugares donde hay sequía, las personas almacenan agua en recipientes, los cuales tienen potencial de convertirse en criaderos de mosquitos.
Debido a lo anterior, Kaye López recomienda que las azoteas permanezcan limpias; evitar arrojar colillas de cigarros o hacer fogatas en lugares de pastizales secos, porque podría haber incendios forestales; eliminar la costumbre de arrojar basura en la calle para que esta no se acumule en las alcantarillas, pues de lo contrario hay acumulación de agua; más todavía “prepararse para un eventual pero probable racionamiento de agua potable”.
Además, Kaye López fue contundente cuando señaló que en la actualidad “se debe priorizar en políticas públicas que permitan revisar y corregir hábitos de consumo de agua, su enorme desperdicio y su nulo receso”.