Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Ante el aumento exponencial de casos de violencia de género y violencia intrafamiliar, es necesario que las instituciones “respondan y garanticen la seguridad de las mujeres”, así como “el acceso a la justicia” y la procuración de “acciones preventivas”.
Lo anterior fue señalado por la activista Tania Ávalos, integrante de Colectiva Examani Maná Echeri, quien entrevistada por El Sol de Morelia explicó que desde abril del año pasado a la fecha, es decir, en lo que va de la pandemia, se han triplicado los llamados de auxilio a ésta y otras organizaciones que acompañan casos de violencia familiar en las 4 sub-regiones de población purépecha: Lago de Pátzcuaro, Sierra, Cañada de los Once Pueblos y Ciénaga.
Para contrastar, según datos de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer), la violencia intrafamiliar durante la pandemia en la entidad aumentó en un 45 por ciento, con 6 mil atenciones durante los últimos 12 meses.
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“Nosotras que hemos acompañado situaciones de violencia intrafamiliar en la región desde hace 5 años, regularmente recibíamos uno o dos llamados de auxilio y acompañamiento al mes, pero a partir de abril y mayo empezamos a recibir entre 5 y 6 llamados al mes”, dijo al precisar que en los últimos 15 días se incrementaron los casos con denuncias por desaparición, hostigamiento, abuso sexual y el doble feminicidio ocurrido en Paracho el 14 de marzo. Situaciones que –señaló– “han sido un detonante para nosotras calificar de emergencia y alertar sobre la violencia hacia las mujeres en la región”.
Cabe recordar que el jueves 18 del presente mes, Examani Maná Echeri y otros 9 colectivos y organizaciones feministas realizaron un pronunciamiento público para visibilizar los casos arriba referidos y exigir a las autoridades e instituciones responsables que prioricen en acciones preventivas y brinden seguridad a las mujeres de las comunidades purépechas.
Centralización y falta de “comprensión cultural”
A pregunta expresa, la también académica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM, señaló que las instituciones encargadas de brindar acompañamiento a las mujeres en la entidad, trabajan de manera centralizada y a partir de políticas públicas que no consideran las particularidades culturales.
“Algunas acciones alcanzan a llegar a las comunidades, pero llegan ya con muy poca fuerza o no necesariamente contextualizadas en términos de comprensión cultural.
Tenemos que hacer un esfuerzo por descentralizar y por poner el foco más en los espacios lejanos o incluso en los espacios comunitarios que –más allá de sus normas, percepciones o lógicas culturales– deben procurar un ejercicio de derechos y un ejercicio de vida libre de violencia para las mujeres”, advirtió.
En ese sentido, señaló que además de la implementación de medidas cautelares durante el confinamiento, “falta mucho por hacer” en materia de defensa y acompañamiento, pues no se cuentan con “suficientes instituciones ni acciones a nivel institucional que puedan ser fuertes y suficientes para atender la violencia de género”.
“La referencia en los ayuntamientos y comunidades es el DIF, pero la verdad es que el DIF sigue conciliando y sigue provocando que las mujeres vuelvan a las casas con sus agresores y que, aunque hagan varios llamados y pidan la intervención de la autoridad, ésta no responda y de alguna forma sea culpable por omisión, en ciertos casos, desde las agresiones hasta los feminicidios”, sentenció.
Por otra parte, dijo que el trabajo de acompañamiento desde la sociedad civil que hacen las “colectivas” feministas y organizaciones afines, parte de una “lectura de contexto” arraigada en las comunidades, puesto que la mayoría de las integrantes viven y pertenecen a las localidades donde buscan incidir con su labor.
Sin embargo, advirtió que, además de la inercia institucional, se enfrentan a la cada vez más acentuada presencia de grupos del crimen organizado “que incide y genera una dinámica interna en las comunidades”, vinculada con los casos de desapariciones forzadas y feminicidios.
