Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- En Michoacán habría entre 12 mil y 14 mil osamentas sin identificar, de acuerdo al titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Marco Antonio Tinoco Álvarez.
En entrevista con medios de comunicación, el comisionado reconoció que existe una grave crisis en materia forense, no hay una base de datos confiable y los restos humanos que localizan los colectivos de búsqueda son generalmente enviados a la fosa común o se encuentran bajo el resguardo de diferentes autoridades estatales y municipales.
Agregó que tampoco hay un resguardo oficial de restos, pues algunos los tiene la Fiscalía General del Estado (FGE), otros la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y algunos más los ayuntamientos, pese a no contar con la legalidad para ello.
Generalmente los colectivos son los que hacen reaccionar a las autoridades, agregó Tinoco Álvarez: “Debo decirlo con mucha lástima, porque deberíamos de ser las autoridades las que nos estemos ocupando de esto: no contamos ni siquiera con drones de identificación para establecer las huellas. Es decir, nos falta mucho equipo y tenemos que admitir que prácticamente las madres son las que se han echado a cuestas la búsqueda de sus hijos”.
Señaló que las 12 mil o 14 mil osamentas prácticamente han sido encontradas por los colectivos o incluso por error, “porque un día escarbó alguien o estaban arando y se encontraron osamentas”.
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En algunos casos solo son restos óseos, en otros hay cabello, “hay de todo, el gran problema es que están sin identificar”, agregó, aclarando que no hay restos orgánicos refrigerados.
Panteón forense sin concluirse
Aunado a ello, Tinoco Álvarez adelantó que el pasado viernes se presentó una queja de oficio respecto de la culminación del Centro de Resguardo Forense que debería ser entregado este diciembre y que no cuenta con avances significativos. Sin embargo, consideró que lo importante es concentrar las osamentas e identificarlas.
Por su parte, Mercedes Ruiz, integrante del colectivo Caminando por Justicia, mencionó en exclusiva que la crisis forense evidenció con mayor ahínco al estado en 2020, tras realizarse una caravana y brigada de búsqueda.
Dijo que en el municipio de Zitácuaro se logró la identificación de un hombre, localizado dos días después de ser reportado como desaparecido, sin embargo, fue enviado a la fosa común. “Eso evidencia que no se hacen los cotejos correspondientes. Nada más fue un caso detectado, pero existen varios en la entidad”.
El estado en que son almacenados los restos que se localizan refleja esa grave crisis en materia forense, aunado a la falta de identificación que persiste. “Muchas veces los restos que son encontrados no son debidamente preservados y no existe una base de datos confiable para que haya esta identificación”, agregó.
La activista asegura que hay un desorden y hasta opacidad en el resguardo, ya que los colectivos han solicitado información a la FGE para que digan, con todo y reservas de los casos, cuál es el destino de los restos, pero no se les proporciona ningún dato, pese a que quienes hacen las localizaciones son las mismas brigadas.
Tras 11 años de buscar a su hijo Guillermo Alejandro Ortiz Ruiz, abogado de 27 años que junto a su compañera litigante Vianey Heredia Hernández desaparecieron en noviembre de 2010, Mercedes asegura que el centro de resguardo sería una alternativa, pero no la solución. “Lo que se necesita es la aplicación de un diseño integral para el resguardo de los restos humanos y la identificación que puede darse de manera posterior”.
Se ha dado caso, agrega, que en las fosas clandestinas se encuentran cinco diferentes restos y se registran cuatro o solo tres. Sobre la cifra que destaca el ombudsperson, menciona que no se sabe con exactitud cuántas osamentas hay en Michoacán, por lo que el número que menciona podría ser hasta conservador.
Lo cierto, refiere, es que a nivel nacional se habla de más de 50 mil personas desaparecidas, pero los colectivos no han investigado bien la situación precisamente porque exponen a otros familiares.