Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- El pasado 6 de junio, Michoacán vivió no solo la elección más cerrada de su historia sino también una de las más razonadas, participativas y plurales.
Muestra de lo anterior son los resultados obtenidos en las elecciones de gobernador, alcaldes, diputados locales y diputados federales en donde figuraron una decena de fuerzas políticas y también ciudadanos independientes, que, sin partido, lograron hacerse presentes en el mapa estatal.
“El mensaje enviado al gobierno federal desde Michoacán es claro: estamos de acuerdo con tu gobierno, pero es necesario un contrapeso”, consideró el analista político Sergio Lemus Calderón quien dijo que sin duda Michoacán jugará un papel preponderante en la legislatura federal con al menos ocho diputados de partidos políticos diferentes al actual en el gobierno de la república.
Para el también Maestro en Derecho a la Información, la elección del pasado domingo muestra aristas interesantes entre las que destaca el voto diferenciado, donde la ciudadanía emitió un sufragio cruzado y no lineal como en la contienda pasada.
Este fenómeno dio pie a que ningún partido político obtuviera un “carro completo” como en antaño pero que ninguno se fuera “con las manos vacías”.
Otro punto interesante que dejo para el análisis la pasada contienda, desde el punto de vista de Lemus Calderón, fue la evidencia de que hoy más que nunca, el candidato tiene peso, igual o incluso superior, al partido político.
La ciudadanía se inclinó por perfiles ciudadanos que no tenían experiencia en política o cargos públicos y desdeño en algunos casos, a quienes ofrecían la experiencia en esta rama, como bandera.
“La ciudadanía urgió por un cambio generacional en la política” dijo y puso como ejemplo, los candidatos que participaron en la contienda por la gubernatura, en los que hubo perfiles totalmente nuevos en el sentido de que nunca habían participado en una contienda o ni siquiera ostentando cargos públicos.
El fenómeno antes expuesto se replicó en muchos municipios en donde ciudadanos no ligados a temas políticos abanderaron a algún proyecto y lograron el triunfo.
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Otro aspecto destacable de la pasada elección fue el crecimiento exponencial que lograron partidos políticos considerados como pequeños.
Los Partidos Redes Sociales Progresistas (RSP), Encuentro Solidario (PES) y Fuerza por México (FxM), sin contar con una estructura consolidada, lograron el triunfo en un municipio en caso de RSP, de 7 en el caso del PES y en cinco con lo que toca a FxM.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) por su parte alcanzó el triunfo en once municipios, un número record para este instituto político y habla del relevo generacional, el voto razonado y la pluralidad que siempre ha caracterizado al estado.
Consideró que, aunque en el tema municipal coaliciones o alianzas entre partidos como el PT y Morena y el PRD-PRI-PAN lograron triunfos en un número considerable de municipios, su suma no supera nunca el 50 por ciento de la entidad, por lo que se puede decir que ningún partido dominara el territorio estatal.
Otro aspecto a destacar es el reparto de fuerza en el Congreso del Estado, el cual tendrá mayoría de diputados surgidos de una alianza entre tres institutos políticos, antaño contrarios en posturas e ideología: “Creo que hoy más que nunca los diputados estarán obligados a dialogar y negociar para sacar adelante el trabajo legislativo”.
Dijo que de no hacerlo se corre el riego de que se viva una parálisis como que vive la actual legislatura en donde los diputados se han visto impedidos por falta de acuerdos para sacar adelante puntos básicos como la designación de un ombudsman, por ejemplo.
En tanto, para el catedrático universitario y ex consejero del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), Humberto Urquiza Martínez lo vivido durante la elección del pasado domingo en donde no solo figuraron los partidos considerados como grandes sino también los más pequeños y con menos estructura tiene varias lecturas.
Una política, en donde Michoacán dejo en claro que tiene diversidad ideológica y otra, que mostró que partidos políticos no han podido afianzar u ordenar sus procesos internos dejando ir a cuadros importantes que al arroparse en otros partidos políticos lograron hacerlos figurar en el mapa y hacerlos de victorias importantes.
“Es claro que los partidos no supieron canalizar liderazgos, no consolidaron sus procesos internos y no evitaron la salida de cuadros representativos”, consideró.
De esta forma los resultados electorales, actualmente en proceso de validación, sí estuvieron influidos por la participación y el voto, pero también jugaron un papel importante los conflictos internos de todos los institutos políticos en contienda.
Sin embargo, el analista resalto que la pluralidad no es nueva para Michoacán, pues en todos los procesos electorales se ha podido apreciar la alternancia.
Esta misma pluralidad que se observa en los municipios, será evidente en el Congreso del Estado en donde interactuarán actores emanados de sobre todo de una alianza contraria lo que se prevé podría ser el partido en el gobierno del estado.
“Insisto, no es nuevo para Michoacán, el gobierno dividido es reflejo de la pluralidad, donde el ejecutivo no tiene a su favor la mayoría en el Congreso del Estado”.
Recordó que durante las últimas tres o cuatro administraciones, ésta ha sido la constante, por lo que el ejecutivo entrante deberá de mantener una lógica de dialogo, conciliación y negociación entre las diversas fuerzas a fin de generar un factor de gobernabilidad para la entidad.
Revisar desde la norma electoral el tema de inseguridad
Para Urquiza Martínez el tema de inseguridad en los procesos electorales debe de abordarse desde varias perspectivas a fin de evitar que en futuras contiendas vuelvan a ocurrir hechos como los reportados el pasado domingo en varios municipios.
“Se debe de replantear el tema e incluso sería prudente revisarlo desde la normativa o el marco jurídico electoral a fin de incluso, crear un marco de sanciones y de actuación e intervención policial en procesos electorales.
Mencionó que el tema de seguridad no debe estar sujeto a campañas políticas, sino que debe iniciar desde seis meses o incluso un año antes a fin de que se generen estrategias más efectivas.