Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Sin datos oficiales exactos, la trata de personas es uno de los delitos que más cifras negras mantiene.
Autoridades saben de su existencia, de sus modalidades y hasta de los modus operandi que utilizan los traficantes, pero no hay cifras del número de víctimas.
Marco Antonio Tinoco Álvarez, Presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en Michoacán, lamentó que este delito de trata de personas se haya históricamente normalizado, aún y cuando constituye una de las violaciones más graves a los derechos humanos.
El ombudsman michoacano explicó que en la entidad no hay datos dúctiles, y tampoco existen encuestas hechas por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que, dijo, es la instancia correspondiente en la que se deberían efectuar dichas encuestas para tener un panorama claro.
“Parte de lo que hoy estamos viendo es la forma en la que tengamos una buena métrica en lo que se refiere al tema de trata de personas, pues en este tema hay muchas actividades que son normalizadas por la sociedad, entonces la primera intención es visibilizar para poder generar la métrica real”.
Ante la pregunta de si existen casos o una estadística en la entidad, enfatizó que en la CEDH Michoacán “no tenemos datos dúctiles y sería irresponsable de mi parte que comentara algo”.
El área de comunicación de la CEDH Michoacán señaló a este medio, hasta el momento solo se cuenta con una queja presentada ante esta instancia sobre la trata de personas.
Además de lo señalado por Tinoco Álvarez, el secretario ejecutivo de la CEDH Michoacán, Ángel Botello Ortiz, se sumó a las declaraciones explicando que en la actualidad mujeres y hombres de todas las edades se han convertido en víctimas de uno de los delitos más complejos a los que la sociedad se puede enfrentar: la trata de personas en sus diversas formas de explotación.
Estas diversas formas hacen referencia a una cadena de acciones, circunstancias y complicidades muchas veces invisibilizadas, las cuales impiden identificar con claridad a las personas que cometen tales crímenes, por lo que fue enfático al señalar como sumamente necesario el fortalecer las acciones emprendidas por los tres órdenes de gobierno, e incentivar la cultura de la denuncia.
En una visita reciente a la capital del estado, Karla de la Cuesta, sobreviviente a la trata de personas, ex integrante del clan Trevi-Andrade y presidenta de la Asociación Civil “Alas Abiertas”, señaló, Michoacán podría estar plagado del tema de trata de personas por las zonas de tolerancia y centros nocturnos en donde trabajan las mujeres, lo que sucede es que eso está normalizado.
De la Cuesta explicó que la trata de personas también está ligado al tema del crimen organizado, “en Alas Abiertas estamos trabajando desde hace 11 años para sensibilizar a la población en general y sepamos que todos estamos expuestos pues a veces se piensa que esto solo le pasa a la chica de la sierra, o al migrante, y si sucede, le pasa a la que es tonta, a la que iba de minifalda, a la que no cuidaron sus papás”.
La también abogada señaló que este es el segundo negocio más redituable de la delincuencia organizada, pues dijo, más del 57% de la población mexicana al menos se encuentra en estado vulnerable por varias razones que van desde la edad, género, y socioeconómicas.
“Principalmente las mujeres son víctimas pero por supuesto que los hombres también están siendo vulnerables, ahí está la comunidad de la diversidad pero en realidad no hay nadie que pueda decir que a ellos no les pasará y eso es importante tenerlo presente”.
Sin importar la edad, de la Cuesta invitó a la ciudadanía a tomar conciencia y compartir la ubicación a un ser cercano, sobre todo cuando uno se va a reunir con alguien desconocido por distintos temas, poniendo como ejemplo el caso acontecido en la Ciudad de México de una señora de 46 años, Ana María Velázquez Colomer, que al ver un anuncio de trabajo pegado en un poste decidió acudir hace cinco años para tener un sustento económico, pero nunca regresó a su casa, ¿qué pasó con ella? No sabemos, solo se sabe que llegó a la cita y desapareció”.
Como si se enfrentase a un fantasma por no haber estadísticas o datos duros para entender el tema de la trata de personas, De la Cuesta dijo que el reto del Estado Mexicano es “las estadísticas no solo en Michoacán sino en todo México son prácticamente inexistentes, se ven estadísticas que no reflejan la verdad, no sabemos ¿quiénes son? O ¿Dónde están? No tenemos los protocolos”.
La sobreviviente de tema de la trata de personas calificó de imposible, por lo general, que una víctima de esta situación denuncie por lógica, “imagínense que rescatan a una persona de esta circunstancia, ya sea explotación sexual, menor en actividad delictiva o de explotación laboral, ellos necesitarán un refugio especializado, no se pueden llevar a cualquier lugar”.
De la Cuesta fue clara con la intención de que la población sepa más del tema, dejando en claro que si no se cuenta con un protocolo adecuado de protección para garantizar la salvaguarda de la víctima y no existirá una condena para el tratante, “la víctima no va a querer y se va a preguntar ¿me rescataron para que regrese a mi casa, el tratante llegue nuevamente a mi hogar y me mate?”.
Ante esta pregunta ella también lanzó el cuestionamiento sobre dónde está la estructura requerida para que una víctima pueda restaurar su vida, y haya un proceso legal que finalice con una condena, cuidando siempre al afectado.
En lo que respecta al tema de si desde su Asociación Civil “Alas Abiertas” hay alguna estadística nacional tras los 11 años de labor, explicó de trata no se sabe.
“Aunque en este momento hay más de 100 mil personas desaparecidas (en todo el país) pero no se sabe. Uno puede imaginar pero no se puede determinar, yo estoy cerca de al menos 60 familias y he visto que ellos hacen la mayor parte del trabajo (de investigación), las familias hacen el 99% del trabajo. Y en el tema de la prostitución, el 90% es relacionado a la trata aunque la chica llegue y jure que no es cierto, lo que pasa es que los tratantes educan a la víctima para que ella misma defienda esa situación”.
