Morelia, Michoacán.- Entre gritos de algarabía y cierto temor por la inseguridad que se vive en todo el estado, cientos de michoacanos celebraron este viernes 15 de septiembre el Grito de Dolores en el centro histórico de Morelia, quienes permanecieron de pie para escuchar al cantante Julión Álvarez.
Banderas tricolores, sombreros, ropa verde, blanca y roja, así como algunas caracterizaciones de Hidalgo, Morelos y Adelitas, los paseantes se unieron a la celebración, misma que se tiene contemplada se extenderá hasta las 2:30 de mañana del 16 de septiembre.
Después del tradicional grito, el cielo del primer cuadro de la ciudad se encendió de colores con el tradicional espectáculo de juegos pirotécnicos que tenían como marco central la Catedral de Morelia.
El olor de pólvora quemada se mezclaba con el olor de la comida típica que se oferta en la verbena popular, antojitos como pambazos, tacos, enchiladas, sopes y quesadillas son algunos de los platillos que se exponen.
Algunas personas aprovecharon para comprar aguas de horchata, limón y jamaica y es que esta vez, las bebidas alcohólicas fueron prohibidas en la celebración para evitar algún tipo de altercado dentro de la gran fiesta mexicana.
Como cada 15 de septiembre desde el 2008, el miedo de los ciudadanos es latente, el primer ataque terrorista registrado en México se daba en la plaza Melchor Ocampo la cual, el día de hoy, sólo recuerda a las ocho personas muertas y el centenar de heridos.
La lluvia amenazaba a los asistentes con una fuerte “mojada”, pero una cuantas gotas cayeron en el centro histórico, por lo que los ciudadanos continuaron disfrutando de la velada, la cual, prometía ser inolvidable para los michoacanos.
La noche continuó y poco a poco las personas comenzaban a retornar a sus hogares, para mañana, poder disfrutar del desfile cívico y poder ver a sus familiares transitar por toda la avenida Madero.