Morelia, Michoacán.- Pese a que persisten las extorsiones y el cobro de piso a los limoneros de Apatzingán por parte del crimen organizado, la presidenta municipal Fanny Lyssette Arreola Pichardo aseguró que estos delitos van a la baja tras el despliegue de seguridad y medidas adicionales.
En entrevista colectiva, la alcaldesa informó que una de estas medidas es ya no revelar datos confidenciales de los limoneros, productores y empacadores como el número de los que sufren por esta problemática a fin de evitar darle información a los grupos delincuenciales.
"Para que un problema pueda solucionarse hay que empezar a reconocerlo, evidentemente, el problema persiste pero ha venido a la baja, los citricultores nos han compartido que han resultado algunas medidas que tomamos", declaró.
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De acuerdo a la edil, este decremento se ha presentado en la cabecera municipal, sin embargo, las comunidades de las periferias con los municipios de Aguililla y Buenavista siguen padeciendo la ola de violencia, por lo que han comenzado a desplazarse hacia el área urbana.
"Tenemos identificadas tres comunidades que, plenamente, viven y sufren por este tema pero tiene que ver ya con que som zonas limítrofes con Aguililla y Buenavista. Nuestras familias están migrando a la cabecera municipal", indicó la funcionaria sin dar a conocer cuántas personas se han cambiado de residencia.
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Para combatir el crimen, se planteará una estrategia de seguridad de 100 días, que viene desde el Gobierno Federal, la cual se realizará por el nuevo coronel del 30 Batallón de Infantería de Apatzingán hacia las localidades colindantes puesto que "el municipio ya no es el epicentro de esta situación".
El pasado mes de agosto, limoneros de Apatzingán suspendieron el corte y recolección por las agresiones de las células delictivas que operan en la región a fin de exigir justicia y la intervención de autoridades estatales y federales. Un mes después, volvieron a parar actividades en solidaridad con sus compañeros de otros municipios.
