Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Los días para la familia de Perla Rubí M., joven de 18 años asesinada el pasado 14 de abril en el municipio de Madero, están lejos de transcurrir con calma. Al luto que implica la pérdida de la chica que apenas se perfilaba para una carrera en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se suma el miedo, pues uno de los agresores continúa en libertad y temen que quieran hacerles más daño, por lo que ya solicitaron protección especial a la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE).
A Perlita, como ahora la recuerdan amigos y activistas en redes sociales, la mató quien hasta hace unos meses era la pareja sentimental de su madre. Moisés G. mantenía una relación violenta en lo físico y emocional y ya había amenazado a la señora con asesinarla a ella o algún ser querido si no regresaba con él. La amenaza fue cumplida en la localidad de Poder de Dios, cuando el hombre acompañado de un cómplice, identificado como Lauro N. le dispararon a Perla desde una motocicleta para después darse a la fuga.
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Luego de una búsqueda en distintos puntos del estado y del país, Moisés fue detenido en Nuevo León, donde según las investigaciones ya intentaba cruzar la frontera para radicar en los Estados Unidos. Ya en Morelia, la jueza de control Ana Lilia García Cardona le informó al imputado que enfrentará los cargos de feminicidio, pero también por violencia familiar en agravio de Ninfa G. y el menor de iniciales C.J.C.G. Además, dictó como medida cautelar la prisión preventiva oficiosa y un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria.
En entrevista para este medio, la hermana de Perla dice vivir con angustia, pues al ahora detenido se le achacan de manera extraoficial más asesinatos y casos de violencia física: “Se dicen muchas cosas, que ya mató a otras mujeres, que a otra la violó, a una la secuestró y se ha vengado con familiares”, y añade que lo que piden a la autoridad es la pronta detención de Lauro, el copiloto de la motocicleta, pues continúa libre y temen que busque venganza.
Aunque Moisés amenazó en varias ocasiones a la señora Ninfa, ésta nunca interpuso una denuncia formal por miedo y desconfianza, “pasó por mucha violencia física, psicológica; ya nos había advertido que corríamos peligro tantos mis hermanos como yo, pues además tengo un hijo y él sabe dónde vivo, llegó a ir a mi casa y todos teníamos mucho miedo de salir”.
Este sábado, la familia de Perlita encabezó una marcha por el centro de la ciudad para exigir justicia en el caso acompañadas por mujeres de colectivas feministas. En un posicionamiento, reclamaron que la investigación no se detonó de inmediato y cuestionaron: “¿En qué momento pasamos de una ruptura amorosa a la decisión de arrebatar una vida?, la vida de una joven con sueños y aspiraciones, de una joven que tenía toda la vida por delante, que tenía una madre, hermanas, a su novio y a sus amigas y amigos, a quienes nos la han quitado”.