Morelia, Michoacán.- El olor a medicina es fuerte. Un cristal grande separa el mostrador de los clientes. Hay de todo un poco, frascos, pomos, cremas, aceites, jabones y productos de marcas comerciales, sin embargo, la mayoría entra a la Farmacia Mier para preguntar por remedios, pastillas o cosas en específico.
Un hombre adulto de playera color naranja y gorra pregunta por algún producto para tratar la alopecia. El encargado del mostrador se da la vuelta y busca entre las decenas de fórmulas que hay en el estante. Otra persona espera sentada mientras la joven sale de la parte trasera con un frasco blanco. Luego entra una joven de unos veintitantos años, compra y se va.
La farmacia Mier ubicada en el 405 de la calle Corregidora en el centro de Morelia recibe a sus clientes desde las diez de la mañana hasta las ocho de la noche. Es un edificio que conserva su fachada de cantera. Su piso blanco combina con la reja que sirve de puerta y su logotipo: un hombre de aspecto francés, bigote y lentillas.
Esta botica que actualmente se encuentra en la calle Corregidora se remonta al año 1968 cuando se fundó; ha recibido a todo tipo de clientes que hasta la fecha buscan lo que otras farmacias actuales ya no ofrecen. En su mostrador de madera anuncian productos para el estrés, tratamiento de arrugas, alopecia, para la fricción del deportista, tratamiento capilar de aceite, descongestina, bálsamo de gran poder, pestañol, agua florida, entre otras.
Sin embargo, la Farmacia Mier fundada en 1868 por el farmacéutico Atanasio Mier, titulado por el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, estuvo ubicada por muchos años en la cerrada de San Agustín, a unos cuantos metros de la calle actual, y funcionó durante 113 años. Cuando el señor Mier fallece, el responsable de la botica fue uno de sus empleados, Pablo Chávez que enseñó sobre el negocio a sus hijas.
Mier experimentaba y preparaba sus propias fórmulas, además atendía un consultorio médico de manera gratuita a los habitantes de esa época. Pero también formó parte de las exposiciones en Estados Unidos, París y Francia y ganó el primer lugar por un medicamento que llamó Laxoreima.
La señora Georgina de cabello color blanco y vestido azul con sombrilla entra y sale en menos de dos minutos. Dice que es clienta de la farmacia desde hace 30 años, cuando llegó a Morelia y que acude a ese sitio porque en las otras farmacias ya no encuentra lo que necesita, además que en la ciudad existen solo dos boticas antiguas: Mier y la Torre de Babel.
Por ejemplo, de su bolso negro saca dos bolsitas con pastillas de alcanfor. No tiene logotipo o marca. Dice que los productos de la farmacia Mier no lo necesitan, se sabe que son de ahí; “Compro pastillas de alcanfor, líquido para el paño, polvo para zapatos, de todo un poco, aquí encuentras cosas que en la Guadalajara o del Ahorro no hay”.
La señora relata que a diferencia de otros años la afluencia de gente si ha disminuido, pero que lo más seguro es que la botica ya tiene a sus clientes que siguen comprando. Además, destaca que los precios de las cremas, aceites u otros no son costosos, pues las seis pastillas que adquirió le costaron 20 pesos.
“Vine por las patillas que utilizo con alcohol y romero para mis rodillas, el dolor, se prepara con floripundio, ruda y un puño de marihuana, no te mancha la ropa y huele rico”, detalla con una sonrisa.
El joven Iván Villanueva refiere que esa farmacia es conocida porque suelen entrar personas mayores, sin embargo, reconoce que también él ha sido cliente, pues hace unos meses adquirió un polvo para repeler insectos y plagas que le costó aproximadamente 100 pesos.
Por último, la señora Georgina dice que la gente ya solo quiere curarse con medicina de patente, pero que debe buscar otra alternativa porque, en sus palabras, también se friega la panza con tanta pastilla.
LA HISTORIA
La industria farmacéutica es una de las más importantes y antiguas del mundo; su historia se remonta a la antigüedad, cuando los pueblos utilizaban remedios naturales para aliviar sus dolencias; sin embargo, con el avance de la ciencia y la tecnología se fueron descubriendo y elaborando nuevos compuestos químicos que podían curar o prevenir diversas enfermedades. Así surgieron las primeras empresas dedicadas a la producción y venta de medicamentos, tanto nacionales como importados y locales.
En 1868, Atanasio Mier y de la Parra fundó la primera farmacia de su tipo en Morelia: la Droguería y Farmacia Mier. Don Atanasio, egresado en químico farmacobiólogo del prestigioso colegio de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, no sólo dispensaba medicamentos en su farmacia, sino que también se aventuraba en la creación de sus propias fórmulas, marcando así un hito en la historia farmacéutica local. Su establecimiento se encontraba en la calle Cerrada de San Agustín.
Su consultorio médico, anexo a la botica, brindó atención a los habitantes de aquella época, convirtiéndose en un faro de esperanza para muchos. Tras la partida de este icónico farmacéutico en 1917, la Botica Mier continuó su servicio a la comunidad durante más de seis décadas, hasta su cierre en 1981. Sin embargo, el legado de Don Atanasio no se perdería en el olvido.
El Gobierno de Michoacán preservó la histórica Botica Mier. Tras meticulosa restauración, mil piezas y la centenaria estantería brillan en el Museo del Estado. Testimonio tangible del legado de Don Atanasio, va más allá de la farmacia, es historia de Morelia. Cada frasco, cada instrumento, narra la innovación y el compromiso con el bienestar comunitario.
En la actualidad la industria farmacéutica evoluciona, brindando soluciones avanzadas y accesibles a la salud. El legado de pioneros como Atanasio Mier y de la Parra en Morelia destaca la importancia de la dedicación e innovación. Las primeras farmacias, tesoro histórico, guían hacia un futuro de bienestar y progreso, demostrando que son ciencia y valioso patrimonio humano.
DIA MUNDIAL DEL FARMACÉUTICO
Los farmacéuticos son los expertos en medicamentos y productos biológicos, ellos garantizan la calidad, seguridad, eficacia y accesibilidad de estos productos. Su labor abarca desde la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos hasta la distribución y dispensación de los mismos, pasando por la docencia y la gestión. Además, la educación sanitaria y este año en el Día Mundial del Farmacéutico el lema va relacionado a ello: “Fortaleciendo los sistemas sanitarios con los farmacéuticos”.
En México, esta conmemoración también es una oportunidad para reconocer la importancia de la industria farmacéutica nacional, que genera empleo, innovación y desarrollo económico. Según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país existen aproximadamente 55 mil 921 farmacias a nivel nacional. La mayoría de las farmacias son privadas y administran cerca de 3 mil millones de medicamentos.
Además, de acuerdo con la Inegi de 2003 a 2021, los establecimientos de la industria farmacéutica aumentaron de 480 a 908, lo que representó un crecimiento promedio anual de 3.6 por ciento. Las farmacéuticas más importantes en México incluyen Sanofi México, Gennoma Lab Internacional, Pfizer México, Merck México, Farmacéuticos Maypo, Boehringer Ingelheim México, Roche México y Novartis México.
Asimismo, este día es una ocasión para celebrar el trabajo de los farmacéuticos locales, que atienden las necesidades de salud de la población moreliana. Según la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) en Morelia hay aproximadamente 464 farmacias, boticas o droguerías en la base de datos de licencias expedidas, que ofrecen servicios como consulta médica, análisis clínicos y venta de medicamentos genéricos y de patente.